A medida que vayas cambiando por dentro, cambiará tu mundo de afuera.
Cuando sanas un dolor (lo trasciendes), estás permitiendo que tu vida mejore.
Da las gracias por todas aquellas personas que se cruzan en tu vida, tanto los que te aportan alegrías, como
los que te causan sufrimiento, porque todos ellos son tus espejos de ti mismo
y te están ayudando a tomar conciencia de aquellos aspectos que hay dentro de ti.
Las personas que te causan dolor, son tus verdaderos maestros, y si no fuera por ellos,
no podrías saber cuáles son tus emociones que debes sanar.
Da las gracias por todos y cada uno de los seres con los que se cruzan en tu camino,
bendícelos y trátalos siempre con respeto, luz y compasión.
Tu vida no puede evolucionar sin todas estas experiencias, tanto positivas como negativas.
Y no te tomes nada en serio, pues no debemos identificarnos con la mente (ego),
sino que somos pura conciencia, y solamente venimos aquí para expandirla.
