Anímate a ser mejor

El dolor físico.

1 agosto, 2016

El dolor físico.

Vamos a partir de haber comprendido ya que todo cuanto llega a tu vida, lo creas tú.

Este texto (sin intención de excluir a nadie) solo es para aquellos que ya hayan encajado esto. Desde esta base, solo necesitaremos enfocarnos en qué cosas estoy haciendo para atraer ese dolor físico que lleva tal vez años molestando.

La respuesta, sabemos que no tiene por qué llegar enseguida, tal vez porque la respuesta necesite ser mimada lo suficiente por la intención. Estoy hablando de llevar la intención a cualquier lugar bien acariciada, bien amada, bien abrazada. No desde la exigencia, así no funciona.

Pero la pregunta te la tienes que formular tú a ti mismo/a. Con esta intención, sabemos por experiencia que la respuesta fluye hacia ti con la misma intensidad de como hiciste la pregunta o el enfoque intencionado de porqué estoy llamando a la puerta del dolor físico.

Es probable que la respuesta (cuando el amor que eres la reciba en comprensión en un estado no mental) sea más amplia que la pregunta o el enfoque intencionado. Bien, ahora que hemos sentado bases, estás preparado/a para ponerte manos a la obra.

Por tanto, vamos a poner como ejemplo la típica construcción de una casa cuando nos empeñamos en comenzar a construir el tejado antes que los cimientos. Sospechamos que la casa tardará bastante tiempo en componerse, precisamente porque es igual que dar un rodeo cuando quieres ir de un lugar a otro.

Tal vez aquí la única ventaja que tenga esta decisión es que te da la oportunidad de cansarte aún más. Si seguimos la comprensión que se te puede dar en un instante, puede que entiendas ahora que la intención profunda, sincera y amada de la pregunta o enfoque de porqué atraigo el dolor, sea más importante que la respuesta si vamos por orden en el procedimiento.

Algunos incluso van más allá y les sirve este texto para cualquier cosa que estén atrayendo a sus vidas y no les agrade; merecen un aplauso por comprender que esto sirve para cualquier aspecto que quieran transformar. Y ahora, es importante decir que todo depende de la intensidad de la necesidad que tengas de salirte del dolor.

Te vamos a facilitar esto. Si este texto no te resuena lo suficiente, el dolor seguirá haciendo de las suyas: elegiste seguir construyendo el tejado de la casa y se te olvidaron (no para siempre) los cimientos.

En caso contrario (dejo lo positivo para que sea lo último que leas) ahora viene lo mejor, viene que podemos todos ser más UNO, ya que sabes que cuando una individualidad cambia, el mundo entero cambia. O, si cambias el dolor por alegría, nosotros también lo vamos a celebrar o alegrarnos de tu cambio, evidentemente.

Pero quien más se va a alegrar, ERES TU, y todos sabemos que un dolor físico solo molesta y, no solo te hace sentir más inseguro, más inestable, sino que el dolor fomenta llegar o descubrir en plenitud QUIEN REALMENTE ERES (aquí la palabra fomenta la utilizamos como un sinónimo de cansancio: a mayor cansancio, más cerca de ti estás), qué parte de ti aún no ha abierto lo suficiente las alas para volar hacia el bienestar garantizado que te llevara lejos, bien lejos en el adorable estado de SER UNO, de sentirse UNO CON TODO.

¿Te harás la pregunta para transformar lo que desees? Si has llegado hasta aquí leyendo, es muy probable que te la estés ya haciendo, es muy cierto pues, que le estés dando con tu labor otra respuesta transformadora al mundo entero (puede que otros en alguna ocasión te pregunten cómo lo hiciste y sabrás qué decirles), es muy seguro entonces que ya estas cambiando el tipo de vida que nunca te ha gustado para de paso darte otra oportunidad: AMARLO TODO MÁS.
CUANDO AMAS, TRANSFORMAS
CUANDO CAMBIAS LA FORMA DE VER LAS COSAS, LAS COSAS QUE MIRAS CAMBIAN DE FORMA.
Leticia R. Villaseñor & Javier G. Delgado

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