Lecciones y aprendizajes

No Grites

20 noviembre, 2014
No Grites
 

No grites, si no es para pedir auxilio, festejar un triunfo o evitar un accidente. En una situación normal el grito no es una forma de comunicación aceptable. 

El que tiene la razón no grita, no necesitan hacerlo; se equivoca quien cree que el valor de lo que dice depende del volumen de su voz.
 

Nada es mejor o más importante porque suena más fuerte; el grito es una falta de respeto, sólo hace bulla, ofende y humilla; grita el que pretende imponer una autoridad que no tiene; el grito es un gesto de prepotencia, rebaja al que lo profiere. 

Las personas educadas jamás gritan; grita el altanero, el que cree que gritando todo lo puede; y aquel que grita a un ser indefenso o subordinado, es capaz de gritar también a sus seres queridos.
 

El grito es la confesión del miedo; grita el que teme no ser tomado en cuenta o no ser obedecido; el grito es un acto que compensa los silencios sumisos que guarda el gritón con otra gente.

Gritar por costumbre es una enfermedad muy triste, pero gracias a Dios, curable, es dejar salir la fiera que todos llevamos adentro; aunque valgan verdades las fieras no gritan. En un conflicto de opiniones; serénate y si es posible guarda silencio, pero no grites; el que lo hace está anunciando que ha perdido el control de la situación. En todo grupo humano convencen las ideas y los argumentos, aunque sea a media voz, por escrito y hasta con señas, el grito está por debajo de todo eso.
Los sentimientos más nobles y las palabras más bellas se dicen en voz baja y en tono amable. Nadie reza o confiesa su amor, ni molesto, ni gritando.
 Hugo Almanza

You Might Also Like

error: Tu esencia Divina 2015