Si tal vez te engañan
Cuando descubras que estás siendo engañada
tal vez no ahora,
tal vez después,
no te quedes investigando la vida de la amante.
No trates de compararte con ella.
Ella tal vez es otro cuento infantil para él,
pero tú eres un libro con un mensaje oculto
que no todos pueden traducirlo,
no es más bonita que tú, ni más fea,
no es más delgada que tú, ni más gorda.
Ella no es más culta que tú, ni más tonta.
Sólo es otra mujer.
El tipo no te dejó por ella.
No te traicionó porque le diste motivos.
No cocinas mal.
No eres cursi.
No eres vieja.
Definitivamente no eres culpable.
Y tampoco la amante.
Él no vale nada.
Él es egoísta.
Él no quiere ver tu valor.
Él no quiere verte feliz.
Cuando descubras que estás siendo traicionada.
Toma una decisión.
No te quedes con migajas.
Trabaja tu autoestima.
No intentes cambiar nada en ti para tener
a “tu hombre” de vuelta.
Él ya tomó su decisión de no ser más “tuyo”,
él necesita verte partir.
Necesita aprender cosas de la vida
que tu no tienes obligación de enseñarle.
No va a cambiar.
Puede incluso prometer no engañarte, pero no va a cambiar.
Sólo fue descubierto y va a tratar de manipularte
(son geniales en eso. Por qué se aprovechan de tus puntos débiles, los que siempre mostraste ellos se aprovechan de ello)
El sufrimiento es inevitable.
Pero no es porque seamos frágiles.
Es porque confiamos, invertimos nuestro tiempo,
hemos hecho planes en pareja,
hemos abierto muchas oportunidades a favor de la relación.
Tú no sufres porque eres débil.
Sufres porque eres humana.
Pero así es la vida.
No fue un tiempo perdido.
Fue una experiencia de vida.
Y ahora estás vacunada, y un poco más linda.
No tienes porque dejar de confiar en los demás,
pero ten esta experiencia siempre presente.
Presta menos atención a lo que dicen
y observa más lo que te demuestran.
Y sobretodo cuídate,
cuídate mucho
porque si tú no lo haces
nadie más lo hará por ti…
