ESTAMOS TAN CERCA
QUE PIENSAN QUE NOS HEMOS ‘IDO’.
No morimos.
Simplemente nos volvemos sin forma.
Dejamos nuestros cuerpos, penetrando los sentidos.
Regresamos al amor, a nuestra verdadera naturaleza.
Quietud absoluta. Paz absoluta.
Descanso absoluto.
No morimos. Simplemente nos volvemos infinitos.
Seguimos viviendo
a través de la presencia de nuestros seres queridos.
Jugamos con lo finito.
Usamos sus ojos y oídos,
ya que no tenemos un cuerpo propio.
Podemos sentir a través de ellos. Tocar a través de ellos.
Escuchar a través de ellos. Amar a través de ellos.
Contemplar a los demás a través de ellos.
Seguimos viviendo –literalmente-
a través de los que nos aman.
Brillamos a través de su forma.
A través de sus claros y abiertos corazones.
Estamos tan cerca,
que piensan que nos hemos ‘ido’.
No nos hemos ido.
– Jeff Foster