OPUESTOS…
Hay dos clases de Silencio: uno que asfixia y ahoga…otro que oxigena… equilibra y armoniza…
Hay dos clases de Cansancio: uno tedioso y estéril…otro lleno de sentido…rico y fecundo…
Hay dos clases de Soledad: una que hasta “acompañada” destruye… otra que «sola o acompañada», edifica… planifica y ¡REVIVE!
Hay dos clases de Trabajo: uno que esclaviza y mutila…otro que vivifica… ilumina y libera…
Hay dos clases de Risa: una que ofende y agrede…otra que alegra… entusiasma y reanima…
Hay dos clases de Mirada: una que degrada y mutila…otra que enaltece reconforta y sublima…
Hay dos clases de Relaciones: unas que aniquilan y envilecen… otras que logran el ‘milagro’ de hacer surgir lo mejor de nosotros mismos…
En la vida hay «dos clases» de todo o de casi todo y cada uno de nosotros… desde el fondo de nuestros corazones..
sabemos con qué ‘clase’ de realidad decidimos Vivir…
La Vida no se nos da ‘de una vez’ y para siempre… La vida se nos da cada día… cada minuto…cada instante…»
*Autor Desconocido
«La vida te desilusiona para que dejes de vivir de ilusiones y veas la realidad.
La vida te destruye todo lo superfluo, hasta que queda solo lo importante.
La vida no te deja en paz, para que dejes de pelearte y aceptes todo lo que “Es».
La vida te retira lo que tienes, hasta que dejas de quejarte y agradeces.
La vida te envía personas conflictivas para que sanes y dejes de reflejar afuera lo que tienes adentro.
La vida deja que te caigas una y otra vez, hasta que te decides a aprender la lección.
La vida te saca del camino y te presenta encrucijadas, hasta que dejas de querer controlar y fluyes como rio. La vida te pone enemigos en el camino, hasta que dejas de “reaccionar”.
La vida te asusta y sobresalta todas las veces que sean necesarias, hasta que pierdes el miedo y recobras tu fe.
La vida te quita el amor verdadero, no te lo concede ni permite, hasta que dejas de intentar comprarlo con baratijas.
La vida te aleja de las personas que amas, hasta que comprendes que no somos este cuerpo, sino el alma que él contiene.
La vida se ríe de ti tantas veces, hasta que dejas de tomarte todo tan en serio y te ríes de ti mismo. La vida te rompe y te quiebra en tantas partes como sean necesarias para que por allí penetre la luz.
La vida te enfrenta con rebeldes, hasta que dejas de tratar de controlar. La vida te repite el mismo mensaje, incluso con gritos y bofetadas, hasta que por fin escuchas.
La vida te envía rayos y tormentas, para que despiertes. La vida te humilla y derrota una y otra vez hasta que decides dejar morir tu EGO. La vida te niega los bienes y la grandeza hasta que dejas de querer bienes y grandeza y comienzas a servir. La vida te corta las alas y te poda las raíces, hasta que no necesitas ni alas ni raíces, sino solo desaparecer en las formas y volar desde el Ser. La vida te niega los milagros, hasta que comprendes que todo es un milagro. La vida te acorta el tiempo, para que te apures en aprender a vivir. La vida te ridiculiza hasta que te vuelves nada, hasta que te haces nadie, y así te conviertes en todo.
La vida no te da lo que quieres, sino lo que necesitas para evolucionar. La vida te lastima, te hiere, te atormenta, hasta que dejas tus caprichos y berrinches y agradeces respirar. La vida te oculta los tesoros, hasta que emprendes el viaje, hasta que sales a buscarlos.La vida te niega a Dios, hasta que lo ves en todos y en todo.La vida te acorta, te poda, te quita, te rompe, te desilusiona, te agrieta, te rompe … hasta que solo en ti queda AMOR
Berth Hellinger:
EN ALGÚN LUGAR HAY UNA MUJER LLORANDO
Vale la pena leerlo …
En algún lugar hay una mujer de 30, sin hijos.
La gente le pregunta: “¿Todavía no tienes niños?“
Su respuesta varía de un día a otro, pero por lo general incluye sonrisas forzadas.
”No, todavía no“, dice sonriendo, amortiguando su frustración.
“Bueno, no esperes para siempre.
Ese reloj está en marcha, ya sabes”, dice antes de partir aquel que se cree sabio. La mujer sostiene a su sonrisa.
Sola, ella llora …
Llora porque ella ha estado embarazada y abortó 4 veces.
Llora porque ella comenzó a buscar un bebé en su noche de bodas, y eso fue hace 5 años.
Llora porque su marido tiene una ex-esposa que le ha dado hijos.
Llora porque quiere desesperadamente intentar un tratamiento in vitro, pero no puede ni siquiera pagar el depósito.
Llora porque la medicación que toma no le permite quedar embarazada. Llora porque este problema genera roces en su matrimonio.
Llora porque el médico le dijo que ella está bien, pero en el fondo sabe que es ella el problema.
Llora porque su marido se culpa a sí mismo, y porque esa culpa no le deja vivir.
Llora porque todas sus hermanas tienen hijos.
Llora porque una de sus hermanas ni siquiera quería hijos.
Llora porque su mejor amiga está embarazada.
Llora porque su madre sigue preguntando, ”¿Qué estás esperando?“ Llora porque sus suegros quieren ser abuelos.
Llora porque su vecino tiene gemelos y los trata muy mal.
Llora porque chicas de 16 años quedan embarazadas sin quererlo.
Llora porque ella es una tía increíble.
Llora porque ya tiene el nombre elegido.
Llora porque hay una habitación vacía en su casa.
Llora porque hay un espacio vacío en su cuerpo.
Llora porque tiene mucho que ofrecer.
Llora porque ella sería una gran madre, pero no lo es.
En algún otro lugar hay otra mujer de 34 años, con cinco hijos.
La gente le dice: ”¿Cinco?
Bueno, ¡espero que ya hayas terminado!“
Y luego se ríen… porque ese tipo de comentarios son divertidos.
La mujer ríe también, pero no en serio.
Ella cambia de tema, como siempre lo hace, y deja pasar de largo la falta de respeto.
Otro día, sola, ella llora…
Llora porque está de nuevo embarazada y siente que tiene que ocultar la alegría.
Llora porque siempre quiso una familia grande y no ve por qué la gente se perturba por eso.
Llora porque no tiene hermanos y siempre se sintió sola cuando era niña. Llora porque su abuelita tenía 12 hijos y le encantaría ser como ella.
Llora porque no puede imaginar la vida sin sus hijos, pero la gente la trata como si fueran un castigo. Llora porque no quiere ser compadecida.
Llora porque la gente asume que esto no es lo que ella quería.
Llora porque suponen que ella es irresponsable.
Llora porque creen que no tiene voz.
Llora porque se siente incomprendida.
Llora porque está cansada de defender sus decisiones privadas.
Llora porque ella y su marido son perfectamente capaces de apoyar a su familia, pero eso no parece importar.
Llora porque está cansada de los comentarios “divertidos”.
Llora porque a veces duda de sí misma y se pregunta si debería haber tenido solo dos niños.
Llora porque los demás son rápidos para criticar, pero lentos para ofrecer ayuda.
Llora porque la gente es grosera.
Llora porque muchas personas opinan libremente sobre su vida privada. Llora porque lo único que quiere hacer es vivir en paz.
En otra parte hay otra mujer de 40 años, con un niño.
La gente le dice: “¿Sólo uno? ¿Nunca quisiste más?“
”Estoy contenta con uno”, dice con calma, una respuesta ensayada que ha dado más veces de las que puede contar.
Bastante creíble.
Nadie podría sospechar que sola, ella llora…
Llora porque su embarazo fue un milagro.
Llora porque su hijo todavía pregunta por un hermano o hermana.
Llora porque ella siempre quiso al menos tres.
Llora porque su segundo embarazo tuvo que interrumpirse para salvar su vida.
Llora porque su médico le dice que es “de alto riesgo”.
Llora porque ella está luchando para cuidar al que ya tiene.
Llora porque a veces uno se siente como dos.
Llora porque su marido ni siquiera consideró la idea de otro.
Llora porque su marido murió y ella no ha encontrado el amor de nuevo. Llora porque su familia piensa que uno es suficiente.
Llora porque está en lo alto de su carrera y no puede alejarse.
Llora porque se siente egoísta.
Llora porque todavía no ha perdido el peso que ganó en su primer embarazo.
Llora porque su depresión post-parto fue intensa.
Llora porque no puede imaginar pasar por eso de nuevo.
Llora porque ella está enferma y el embarazo sólo lo agrava.
Llora porque tuvo que hacerse una histerectomía.
Llora porque quiere otro bebé, pero no puede tenerlo.
Estas mujeres están en todas partes.
Son nuestras vecinas, nuestras amigas, nuestras hermanas, nuestras compañeras de trabajo.
Ellas no tienen por qué seguir nuestros consejos ni atender nuestras opiniones.
Sus úteros son suyos.
Respetemos eso.
A/D
La Hora De Limpiar Nuestros Corazones.
La vida está llena de experiencias y vivencias, tanto positivas como negativas. En nuestro corazón se aloja todo cuanto vivimos con pasión, lo bueno y lo malo. A veces las cosas malas que nos han pasado ocupan demasiado sitio en nuestro corazón.
Siempre estamos guardando muchas cosas en nuestro corazón, cosas como el daño que una vez nos hicieron, las veces que tuvimos que recoger los pedazos de nuestro corazón, motivos de lágrimas que mojaron nuestra almohada, noches de insomnio por no poder resolver tareas pendientes, y todo malos sentimientos que guardamos dentro de nosotras mismas…
A lo largo de la vida acumulamos innumerables cosas innecesarias o que incluso llegan a sernos perjudiciales, cosas que no nos dejan ver la luz. Nuestra vida podría llegar a ser mejor si sacamos de ella esas cosas que acumulamos y sólo estorban.
Cuando tenemos un corazón limpio de buenos sentimientos hay espacio para poder llenarlo de nuevo de amor, de más comprensión y paciencia hacia nuestros seres que nos rodean. Debemos dejar las culpas a un lado si no queremos sentirnos tan miserables en la vida.
Hoy mismo es un buen día para cambiar esas actitudes y dar un paso a la felicidad, porque no importa cual injustas puedan ser las cosas que tengamos que estar cargando, sí somos capaces de limpiarnos de las malas actitudes que hemos guardado.
Los recuerdos siempre serán parte nuestra, pero hay que mirarlos como lo que son, simplemente “recuerdos”. Es bonito recordar, incluso llorar por las cosas que un día nos hicieron sonreír, se puede vivir con esos sentimientos que siempre ocuparan un espacio en un rincón de nuestro corazón , pero también estando muy claras que sólo son eso: recuerdos..
Nuestro cuerpo es como nuestra casa, si la mantenemos en orden, incluyendo nuestros sentimientos, siempre quedará más espacio para llenarlo con lo mejor de nosotras, la amistad, la comprensión, paz, amor, y buenas intenciones. Sólo así lograremos un perfecto equilibrio en nuestra vida.
Nunca es bueno guardar los malos sentimientos, sobretodo si te hacen daño, como los celos, la ambición, el egoísmo, las malas actitudes con tus seres amados… saca todo eso y tíralo, que todo quede limpio y dispuesto a recibir lo que Dios con tanto amor nos ha regalado.
Entrega amor, compasión y perdón para que seas perdonado por tus faltas. Todas las personas somos imperfectas, todas hemos cometido errores, pero no hay nada que no podamos superar si así lo deseamos. Por esa razón es muy bueno deshacernos de todo, que la maldad no haga su morada en nuestro corazón; no es fácil querer tirar lo que tanto se amó, pero sí podemos tener ganas de volver a empezar de nuevo con nuestras vidas y con nuestro deseo de que la limpieza llegue también a nuestro interior, quizás un día no muy lejano estés preparada para volver a recibir lo que hoy encuentras imposible.
Tú puedes lograrlo.
D/A
La vida no puede explicarse en términos intelectuales para poder entenderla y conocer su verdadera naturaleza, así podremos descubrir su misterio y su realidad.
Mis días están plagados de regalos, regalos provenientes de un Universo que sabe cuidarme.
Si dejas que el Universo conspire a tu favor, si te abandonas en sus brazos, él actúa.
Es curioso que aún cuando en esos momentos de tu vida en los que te llegan situaciones dolorosas, el Universo está ahí, tiene planes para ti. Él sabe que si abrazas los momentos felices, el dolor se va curando. Siempre tiene algo que decirte, sin palabras, en definitiva éstas se las lleva el viento, actúa con hechos.
A veces he llegado a enfadarme con él. Y le he preguntado: ¿por qué no conspiras a mi favor? ¿por qué no me das lo que pido? Y como mortal que soy me enfado.Una vez que tomo la acción y cambio mi creencia, llego al convencimiento de que verdaderamente está conspirando, que es sabio y que en definitiva me está dando lo que me conviene.Entonces, me llega la paz interna, mi respiración se calma. Ya soy consciente de que me está mimando, que me está cuidando y salgo de esa “parcela de dolor”, salgo de esa zona de confort.Me “despierto” y empiezo a ver cosas que tenía delante y no veía. Como digo siempre: Creer para ver.Y miro desde el corazón y observo los regalos que me estaba ofreciendo y que no era conscientes que ahí estaban.
La vida sí que es realidad y misterio. Y ese misterio se convierte en presentes.
La vida persiste. La vida es el hilo de fuego que persiste y tiene maravillosos planes para mi.
La vida es para vivirla, para creerla y para crearla.
Yo soy vida y el Universo me mima.
Gracias querido Universo
®Rosa Arauz
MUCHO AMOR Y MUCHA LUZ.