LEYENDA DEL CONEJO DE PASCUA
Su origen se remonta a las fiestas anglosajonas pre-cristianas, cuando el conejo era el símbolo de la fertilidad asociado a la diosa Eastre, a quien se le dedicaba el mes de abril. Progresivamente, se fue incluyendo esta imagen a la Semana Santa y, a partir del siglo XIX, se empezaron a fabricar los muñecos de chocolate y azúcar en Alemania, esto dio orígen también a una curiosa leyenda que cuenta que, cuando metieron a Jesús al sepulcro que les había dado José de Arimatea, dentro de la cueva había un conejo escondido, que muy asustado veía cómo toda la gente entraba, lloraba y estaba triste porque Jesús había muerto.
El conejo se quedó ahí viendo el cuerpo de Jesús cuando pusieron la piedra que cerraba la entrada y lo veía y lo veía preguntándose quien sería ese Señor a quien querían tanto todas las personas.
Así pasó mucho rato, viéndolo; pasó todo un día y toda una noche, cuando de pronto, el conejo vio algo sorprendente: Jesús se levantó y dobló las sábanas con las que lo habían envuelto. Un ángel quitó la piedra que tapaba la entrada y Jesús salió de la cueva ¡más vivo que nunca!
El conejo comprendió que Jesús era el Hijo de Dios y decidió que tenía que avisar al mundo y a todas las personas que lloraban, que ya no tenían que estar tristes porque Jesús había resucitado.
Como los conejos no pueden hablar, se le ocurrió que si les llevaba un huevo pintado, ellos entenderían el mensaje de vida y alegría y así lo hizo.
Desde entonces, cuenta la leyenda, el conejo sale cada Domingo de Pascua a dejar huevos de colores en todas las casas para recordarle al mundo que Jesús resucitó y hay que vivir alegres.
EL ORIGEN DE LOS ATRAPASUEÑOS.
Varias tribus nativas americanas dicen ser las creadoras de los atrapasueños.
Nadie sabe los verdaderos detalles, pero una mujer llamada Frances Densmore investigó el origen de este objeto el siglo pasado.
Sus descubrimientos destaparon la leyenda del atrapasueños en la tribu Ojibwa.
La leyenda declara que una mujer de la tribu llamada Mujer Araña ayudó a llevar el sol a su gente.
En ese tiempo, de acuerdo con la leyenda, todas las personas vivían juntas en un área en general.
La Mujer Araña construía su casa de campo al amanecer de cada día y se podía observar como el rocío se asentaba en la telaraña alrededor de su casa de campo.
Esta telaraña con rocío atrapaba los rayos del sol todos los días. Luego, cuando las personas empezaron a esparcirse a las cuatro esquinas de la tierra, la Mujer Araña, que también cuidaba a los niños de la tribu, no pudo seguirlos a todos a la misma vez.
Así que tomó las plantas y telarañas cubiertas de rocío tejiéndolas en un círculo que representaba el sol. Estos fueron los primeros atrapasueños.
PROPÓSITOS DE LOS ATRAPASUEÑOS Los atrapasueños que se les dieron a los niños se pegaban a los portabebés. Estos se utilizaban de la manera en que utilizamos los portabebés ahora, excepto que se utilizaban en la espalda de la madre con el niño perfectamente escondido.
Se creía que el atrapasueños tenía el poder de atrapar los malos sueños dentro de la telaraña tejida. La abertura circular en el centro permitía que los buenos sueños llegaran al niño al deslizarse por las plumas hasta el niño dormido.
A medida que salía el sol en las mañanas, sus rayos destruían los malos sueños atrapados en la telaraña del atrapasueños (de acuerdo con la historia Ojibwa).
EL ATRAPASUEÑO MODERNO El atrapasueños ha ganado hoy en día popularidad al punto de sobre saturación. Existen aretes, llaveros y artículos de ropa con atrapasueños. Estos son hechos de cualquier material que puedas imaginar.
Muchas tribus también los hacen y los venden. En lugar de aplicarlos sobre los portabebés se cuelgan como decoración sobre las paredes. Una vez considerados un artículo sagrado, son ahora producidos por mayor y algunas personas todavía creen en la leyenda original detrás de ellos. Sin embargo, algunos todavía se hacen tradicionalmente en la tribu Ojibwa y se utilizan sobre las camas de los niños y adultos, para atrapar los sueños malos con su telaraña…
Cuenta una vieja leyenda que tres hombres estaban una vez cruzando un desierto a caballo durante la noche.
Cuando se acercan a un riachuelo seco escucharon una voz que les ordenó desmontarse, recoger unas piedras, ponérselas en los bolsillos, y no mirarlas hasta la mañana siguiente.
A los hombres se les prometió que si obedecían, iban a estar alegres y tristes a la vez.
Luego de hacer lo que les indicaron, los tres se montaron en sus caballos y siguieron su camino.
Cuando empezaron a salir los primeros rayos del sol, los hombres se metieron la mano en los bolsillos para sacar las piedras.
Para su gran sorpresa, se habían transformado en diamantes, rubíes y otras gemas preciosas. Fue entonces cuando se dieron cuenta del significado de la promesa de que estarían alegres y tristes a la vez.
Estaban alegres por haber recogido la cantidad de piedras que recogieron, pero tristes -muy tristes- por no haber recogido más.
Yo me pregunto si nosotros vamos a sentir lo mismo cuando lleguemos al cielo.
Estaremos contentos con el tesoro que nos acumulamos en el cielo mientras estábamos en la tierra, y gozosos por las recompensas que Cristo nos dará.
Pero también lamentaremos no haber hecho más para servirle.
Saquemos el máximo provecho a nuestras oportunidades para que estemos más alegres que tristes. Las coronas que llevaremos en el cielo deben ganarse en la tierra.
Un Ángel llamada Mamá ..
Cuenta una antigua leyenda que un niño estaba por nacer… y un día le dijo a Dios: – Me dicen que me vas a enviar mañana a la tierra, pero ¿Cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy yo?
Dios le contestó:- Entre muchos ángeles escogí a uno para ti que te está esperando… él te cuidará.-
Pero dime, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír y eso basta para ser feliz.-
Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.-
¿ Y cómo entender cuando la gente me hable si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?-
Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucho cariño y paciente te enseñará a hablar.-
¿ Y qué haré cuando quiera hablar contigo?-Tu ángel te juntará las manitas y te enseñará a orar.- He oído que en la tierra hay hombres malos, ¿Quién me defenderá?- Tu ángel te defenderá a costa de su propia vida-
Pero estaré triste porque no te veré más- Tu ángel te hablará siempre de mi y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo estaré siempre a tu lado.-
En ese instante una gran paz reinaba en el cielo, pero ya se oían voces terrestres… y el niño presuroso repetía suavemente…-
Dios mío, ya me voy, dime su nombre, ¿Cómo se llama mi ángel?- A lo que Dios contestó: -Su nombre no importa tú sólo le dirás MAMÁ…!!