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Reflexiones de Buda

Reflexiones de Buda

El Buda fue el hombre más despierto de su época.

22 abril, 2017
El Buda fue el hombre más despierto de su época.
Nadie como él comprendió el sufrimiento humano y desarrolló la benevolencia y la compasión.
Entre sus primos, se encontraba el perverso Devadatta, siempre celoso del maestro y empeñado en desacreditarlo e incluso dispuesto a matarlo.
Cierto día que el Buda estaba paseando tranquilamente, Devadatta, a su paso, le arrojó una pesada roca desde la cima de una colina, con la intención de acabar con su vida.
Sin embargo, la roca sólo cayó al lado del Buda y Devadatta no pudo conseguir su objetivo.
Buda se dio cuenta de lo sucedido permaneció impasible, sin perder la sonrisa de los labios. Días después, el Buda se cruzó con su primo y lo saludó afectuosamente.
Muy sorprendido, Devadatta preguntó: –¿No estás enfadado? –No, claro que no. Sin salir de su asombro, inquirió: –¿Por qué? Y el Buda dijo: –Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el que estaba allí cuando me fue arrojada. 
Rincón del TIbet
 
Reflexiones de Buda

10 Frases budistas que pueden cambiar tu vida

10 julio, 2015

10 Frases budistas que pueden cambiar tu vida

De una forma u otra, lo que ha permitido que esta filosofía/religión sobreviva a lo largo del tiempo y siga ganando adeptos son sus mensajes sencillos y llenos de sabiduría que pueden mejorar realmente nuestra vida cotidiana. De hecho, no es necesario abrazar el budismo para aprovechar los beneficios que nos puede brindar. Basta tener la mente abierta y el corazón bien dispuesto.

1. El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. Solemos pensar que reaccionamos ante los sucesos, que estos traen en sí la semilla de la tristeza o la alegría, pero en realidad reaccionamos ante lo que los hechos significan para nosotros. Solo nos puede dañar aquello a lo que le conferimos importancia. Por eso, para evitar el sufrimiento inútil, a veces basta dar un paso atrás, desligarse emocionalmente y ver las cosas desde otra perspectiva. Es difícil pero con la práctica se aprende. De hecho, otra frase budista nos indica el camino: “Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos”.

2. Alégrate porque todo lugar es aquí y todo momento es ahora. A menudo se nos escapa la vida mientras estamos atados al pasado o preocupados por el futuro. Sin embargo, el budismo nos enseña que no tenemos más que el aquí y ahora. Por tanto, debemos aprender a estar plenamente presentes, a disfrutar de cada momento como si fuera el primero y el último. No bucees en el pasado ni sueñes demasiado con el futuro, concéntrate en el momento presente porque es ahí donde encontrarás las claves de la felicidad.

3. Cuida el exterior tanto como el interior, porque todo es uno. Somos una unidad física y espiritual, aunque a menudo lo olvidamos. A veces nos preocupamos demasiado por cuidar el cuerpo y olvidamos el alma, mientras que en otras ocasiones nos preocupamos mucho por nuestro equilibrio psicológico dejando de lado aspectos tan importantes como la dieta y el ejercicio físico. Sin embargo, para encontrar un verdadero estado de bienestar es imprescindible que mente y cuerpo estén equilibrados.

4. Más vale usar pantuflas que alfombrar el mundo. Es importante saber qué guerras combatir y cuáles dar por perdidas porque luchar contra molinos de viento puede ser muy romántico pero no es eficaz. A veces, ya sea porque sobrestimamos nuestras fuerzas o porque no somos conscientes de la envergadura de la situación, nos planteamos objetivos que sobrepasan nuestras capacidades. Entonces nos generamos un estrés innecesario. Sin embargo, para encontrar la paz interior, es importante ser conscientes de nuestras potencialidades y dosificar nuestros recursos, solo así podremos llegar más lejos.

5. No lastimes a los demás con lo que te causa dolor a ti mismo. Se trata de una de las máximas del budismo que, si la aplicáramos al pie de la letra, nos permitiría eliminar prácticamente todas las leyes y los mandamientos morales. Sin embargo, esta frase budista va más allá del clásico “no le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hiciesen a ti” porque implica, ante todo, un profundo conocimiento de nosotros mismos y, en segundo lugar, una gran empatía para con los demás.

6. No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita. Aunque no somos conscientes de ello, nuestro deseo de tener más, ya sea en el plano material o emocional, es la principal fuente de nuestras preocupaciones y desencantos. Cuando aprendemos a vivir con poco y aceptamos todo aquello que nos brinda la vida y en el momento en el que nos lo brinda, logramos una vida más equilibrada y reducimos la tensión y el estrés. Desear más cosas a menudo solo indica que necesitamos más seguridad o que nos sentimos solos y necesitamos suplir esos vacíos. Cuando te sientes a gusto contigo mismo, no necesitas demostrar nada.

7. Para entender todo, es necesario olvidarlo todo. Cuando somos pequeños estamos abiertos al aprendizaje, no tenemos ideas preconcebidas. Sin embargo, a medida que crecemos nuestra mente se llena de condicionamientos sociales que nos indican cómo deben ser las cosas, cómo debemos comportarnos e incluso qué debemos pensar. Estamos tan imbuidos en este contexto que no nos percatamos de que nuestra mente se ha convertido en una caja muy estrecha que nos aprisiona. Por eso, si quieres cambiar y ver las cosas desde otra perspectiva, el primer paso es desligarse de las creencias y los estereotipos que te mantienen atado. En este sentido, otra frase budista nos ilumina: “En el cielo no hay distinciones entre este y oeste, son las personas quienes crean esas distinciones en su mente y luego piensan que son verdad”.

8. El odio no disminuye con el odio. El odio disminuye con el amor. La violencia genera violencia, la ira produce resentimiento. Es algo que sabemos pero casi nunca aplicamos por lo que a menudo nos involucramos en discusiones en las que nos dejamos llevar por nuestras emociones más negativas, respondemos a la crítica con otra crítica y a un ataque con otro aún más fuerte. Sin embargo, el odio solo genera odio, la única forma de contrarrestar su efecto es brindando amor, respondiendo con emociones positivas.

9. Da, aunque no tengas más que muy poco que dar. Se trata de una de las frases budistas más antiguas pero hace poco algunas investigaciones realizadas en el área de la Psicología Positiva han demostrado que la gratitud y la entrega son uno de los caminos que nos conducen a la felicidad. No se trata de dar esperando recibir algo a cambio sino de dar motivados por el placer que se siente al ayudar a alguien. Recuerda que no es mejor persona aquella que da graciosamente lo que le sobra sino la que comparte lo que apenas le alcanza.

10. Si puedes apreciar el milagro que encierra una sola flor, tu vida entera cambiará. En esta frase budista se encierra el secreto del cambio: aprender a valorar cada cosa y cada persona por lo que es: un milagro único e irrepetible. Cuando aprendamos a no criticar sino a aceptar y a maravillarnos ante las cosas más pequeñas que nos rodean, nuestra vida cambiará porque le estamos dejando una puerta abierta a la gratitud, la curiosidad y la alegría. Al contrario, si pensamos que no hay nada especial en las pequeñas cosas y que estamos en la cima del mundo, no solo nos estamos cerrando a la belleza sino también al aprendizaje y el crecimiento. Si no puedes apreciar el milagro que encierra una flor, es que ya estás muriendo por dentro.

Recuerda que todos somos UNO con DIOS. 

De la web.

Reflexiones de Buda

Le preguntaron a Buda

13 junio, 2014

Una vez le preguntaron a Buda:

Que es lo que a él más le sorprendía de la humanidad, y respondió: «… 

Los hombres, que pierden la salud para juntar dinero, y luego pierden el dinero para recuperar la salud.

 Y por pensar ansiosamente en el futuro, olvidan el presente de tal forma, que acaban por no vivir ni el presente ni el futuro, viven como si nunca fuesen a morir, y mueren como si nunca hubiesen vivido.

error: Tu esencia Divina 2015