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Mi Padre

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QUERIDO PAPÁ

18 junio, 2022

QUERIDO PAPÁ

 

Desde que te fuiste…entendí muchas cosas.
Pero necesito decirte; que desde ese momento no he vuelto a ser nunca jamás y para nada la misma persona que yo era contigo, ni tampoco quiero serlo.

 

Te cuento que ahora entiendo que no te fuiste para dejarme, sino que “LO HICISTE PARA QUEDARTE”.

Te veo tan vivo…tan real en todas partes;
en mi todas las personas con las que te cruzaste.

 

Te cuento que a veces…la soledad llega y la tristeza, angustia, nostalgia, coraje, impotencia, enojo, desesperación y depresión que me causó tu partida…también me acompañan, pero ya no consumen; acechan pero no atacan; argumentan pero no convencen.

 

¿Y cómo habrían de hacerlo?
Si te siento tan vivo como siempre.

 

Lentamente mis lágrimas se fueron convirtiendo en sonrisas, sin sentirme culpable.

 

Poco a poco mi dolor se transformó en AMOR… pues tus recuerdos se transforman en VIVENCIAS.
me prepararé, luché y sobretodo…sigo viviendo para que cuando nos volvamos a encontrar, te sientas orgulloso de lo que juntos logramos hacer.

“PUES AHORA Y SIEMPRE…SEGUIRÁS VIVO EN MI”.
¡Honraré tu vida con la mía…que no te quepa la menor duda de ello mi amor 💖 eterno!

 

* REFLEXIÓN *

“Recordemos con cariño a los que amamos, pero que partieron antes que nosotros.
Siente nostalgia, pero no tristeza, pues a pesar de la ausencia física, el amor permanece intacto.

Recuerda los momentos felices.

Agradece la maravillosa oportunidad de haber vivido con personas tan especiales.
Y cree en el reencuentro!!

Para quien confía en Dios, la muerte no es un adiós, sino un hasta pronto”.
Bendigo tu sagrada existencia!!! bendiciones eternas e infinitas de luz 🙏

TE AMARÉ POR SIEMPRE PAPAÚ

GESM

 

 

Mi Padre

SANANDO CON PAPÁ

4 septiembre, 2021
SANANDO CON PAPÁ
Gracias padre te amo, te aprecio, te acepto tal cual eres en todas las dimensiones, espacio y tiempo, te agradezco por tu presencia, luz y tu fuerza.
Honro mi linaje masculino y te honro a ti papá, por ser el paciente agricultor de mi alma pues, tras haber sembrado tu semilla, cultivaste con amor y entrega aún sin poderme sentir dentro de ti.
Recibiste tu cosecha con la más delicada ternura y construiste un cordón de corazón a corazón, para unirte conmigo en amor.
Te bendigo porque de ti he aprendido cómo protegerme, proveerme, cuidarme y guiarme.
Si hubo alguna carencia, sé que fui yo quien te eligió así para, aprender de esa experiencia.
Me responsabilizo de todo aquello que yo acepté e integré en mí como verdadero. Reconozco que tú cumpliste tu labor de la mejor manera posible de acuerdo a tus propios recursos y dando cumplimiento al contrato de alma que ambos acordamos.
Nos perdonarnos por cualquier sufrimiento que hayamos co-creado y nos agradecemos las lecciones que obtuvimos.
Me libero de toda historia de dolor, miedo, enojo y tristeza y su consecuente karma en nuestras vidas.
Sé que me he convertido en quien hoy soy gracias a tu aportación a mi vida. Todo lo que necesite corregir o mejorar será labor mía.
Estaré acompañada por ti en cada paso, pues el cordón que entreteje tu corazón al mío es inquebrantable y siempre palpitante.
Es tu mirada la que me ha enseñado a ser mirada y reconocida por los hombres.
Es tu amor el que me ha mostrado cómo merezco ser amada.
Es tu misericordia la que me ha dado confianza para mostrar mi fuerza.
Son tus caricias las que han dejado memoria en mi piel para sólo permitirse ser tocada por el otro en total amor y entrega.
Asumo mi proceso y la responsabilidad de sanar con los otros hombres de mi camino todo lo que haya quedado pendiente contigo.
Te miro, observando a todos los hombres que te anteceden y los honro.
Te miro y veo tu historia entendiéndola ahora.
Te miro comprendiendo los duelos y las heridas.
Te miro y miro las imposibilidades y las sano en mi corazón.
Porque cuando te miro, veo lo Masculino en mi, y cuando mi mirada es en compasión, esta mitad en mi comienza a sanar convirtiéndose en luz.
A partir de hoy confío en poder integrarte en mi Masculino sagrado, verdadero, auténtico, amoroso y presente.
Autor: Desconocido.
Mi Padre

HONRA A TU PADRE

15 junio, 2018

Mi Padre.  

Si tienes la suerte de conservar a tu padre, valóralo

es el hombre que cuido de ti cuando eras un ser indefenso

que se sacrifico más de una vez para que crezcas sano,

fuerte y alegre; sobre todo respétalo jamás lo califiques

ni lo juzgues esa potestad le corresponde a Dios.
Háblale con franqueza, nadie mejor que él para entenderte

cuéntale tus cosas con más confianza que al mejor de tus amigos

ten la seguridad que encontraras en él, al confidente ideal

y como no? si eres su pequeño frente al mundo.
Por la diferencia de años es normal

que tengan distintas maneras de ver la vida

y que algunas veces no se pongan de acuerdo

pero no te preocupes eso es bueno para ambos.
Conversa con él cada vez que te sea posible

esa dicha no la vas a tener siempre , pregúntale!

Tú qué harías? Lo vas a llenar de gozo, le va a ser

mucho bien sentirse útil, saber que lo tomas en cuenta

que crees y confías en él como cuando eras niño.
Escúchalo aunque sus consejos no lleguen a resolver

tus problemas, te serán provechosos, te marcaran pautas

y ayudaran a concebir nuevas ideas; hallaras en sus palabras

la experiencia de un ser humano que alguna vez fue como tú,

tubo tu edad y trajino por el mismo camino.

Si tienes a tu padre presente, quiérelo!

no olvides que detrás de su sonrisa se esconde la nostalgia

de un hombre al que le quedo corto el tiempo

pero ahora que como es natural disfruta viendo en ti

la continuación de su propia vida; por eso cada vez

que puedas visítalo! tu sola presencia será suficiente

para poder alegrarlo porque nada hay más reconfortante

y hermoso para un padre que la gratitud de un hijo.

Mi Padre

Las manos de mi padre

28 julio, 2016

Un joven fue a solicitar un puesto importante en una empresa grande.

Pasó la entrevista inicial e iba a conocer al director para la entrevista final. El director vio su CV, era excelente. Y le preguntó: »

-¿Recibió alguna beca en la escuela?» el joven respondió «no».

-«¿Fue tu padre quien pagó tus estudios? »
-» Si.»-respondió.

-«¿Dónde trabaja tu padre? »
-«Mi padre hace trabajos de herrería.»

El director pidió al joven que le mostrara sus manos .
El joven mostró un par de manos suaves y perfectas.

-«¿Alguna vez has ayudado a tu padre en su trabajo? »

-«Nunca, mis padres siempre quisieron que estudiara y leyera más libros. Además, él puede hacer esas tareas mejor que yo.

El director dijo:
-«Tengo una petición: cuando vayas a casa hoy, ve y lava las manos de tu padre, y luego ven a verme mañana por la mañana.»

El joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era alta.

Cuando regresó a su casa le pidió a su padre que le permitiera lavar sus manos.
Su padre se sintió extraño, feliz pero con sentimientos encontrados y mostró sus manos a su hijo. El joven lavó las manos poco a poco.

Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de su padre estaban arrugadas y tenían tantas cicatrices. Algunos hematomas eran tan dolorosos que su piel se estremeció cuando él la tocó.

Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de lo que significaban este par de manos que trabajaban todos los días para poder pagar su estudio. Los moretones en las manos eran el precio que tuvo que pagar por su educación, sus actividades de la escuela y su futuro.

Después de limpiar las manos de su padre, el joven se puso en silencio a ordenar y limpiar el taller. Esa noche, padre e hijo hablaron durante un largo tiempo.

A la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del director.
El director se dio cuenta de las lágrimas en los ojos del joven cuando le preguntó: -«¿Puedes decirme qué has hecho y aprendido ayer en tu casa?»

El joven respondió: -«lavé las manos de mi padre y también terminé de asear y acomodar su taller»
-«Ahora sé lo que es apreciar, reconocer. Sin mis padres, yo no sería quien soy hoy. Al ayudar a mi padre ahora me doy cuenta de lo difícil y duro que es conseguir hacer algo por mi cuenta. He llegado a apreciar la importancia y el valor de ayudar a la familia.

El director dijo: «Esto es lo que yo busco en mi gente. Quiero contratar a una persona que pueda apreciar la ayuda de los demás, una persona que conoce los sufrimientos de los demás para hacer las cosas, y una persona que no ponga el dinero como su única meta en la vida». «Estás contratado».

Un niño que ha sido protegido y habitualmente se le ha dado lo que él quiere, desarrolla una «mentalidad de tengo derecho» y siempre se pone a sí mismo en primer lugar. Ignoraría los esfuerzos de sus padres.
Si somos este tipo de padres protectores ¿realmente estamos demostrando el amor o estamos destruyendo a nuestros hijos?
Puedes dar a tu hijo una casa grande, buena comida, clases de computación, ver en una gran pantalla de televisión. Pero cuando estás lavando el piso o pintando una pared, por favor que también él lo experimente. Después de comer que lave sus platos junto con sus hermanos y hermanas. No es porque no tengas dinero para contratar quien lo haga, es porque quieres amarlos de la manera correcta. No importa cuán rico seas, lo que quieres es que entienda. Un día tu pelo tendrá canas, igual que la madre de ese joven.
Lo más importante es que tu hijo aprenda a apreciar el esfuerzo y tenga la experiencia de la dificultad y aprenda la habilidad de trabajar con los demás para hacer las cosas.»

D/A

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El Adulto Mayor Mi Padre

CUANDO NUESTRO PADRE EMPIEZA A MORIR

23 octubre, 2015

CUANDO NUESTRO PADRE EMPIEZA A MORIR

Cuando el padre se hace mayor y comienza a trotar como si estuviera dentro de la niebla. Lento, lento, impreciso.

Es cuando uno de los padres que te tomó con fuerza de la mano cuando eras pequeño ya no quiere estar solo. Es cuando el padre, una vez firme e insuperable, se debilita y toma aliento dos veces antes de levantarse de su lugar.

Es cuando el padre, que en otro tiempo había mandado y ordenado, hoy solo suspira, solo gime, y busca dónde está la puerta y la ventana – todo corredor ahora está lejos.

Es cuando uno de los padres antes dispuesto y trabajador fracasa en ponerse su propia ropa y no recuerda sus medicamentos. Y nosotros, como hijos, no haremos otra cosa sino aceptar que somos responsables de esa vida. Aquella vida que nos engendró depende de nuestra vida para morir en paz.

Tal vez la vejez del padre y de la madre es curiosamente el último embarazo. Nuestra última enseñanza. Una oportunidad para devolver los cuidados y el amor que nos han dado por décadas. Y así como adaptamos nuestra casa para cuidar de nuestros bebés, bloqueando tomas de luz y poniendo corralitos, ahora vamos a cambiar la distribución de los muebles para nuestros padres.
La primera transformación ocurre en el cuarto de baño.

Seremos los padres de nuestros padres los que ahora pondremos una barra en la regadera. La barra es emblemática. La barra es simbólica.

La barra es inaugurar el “destemplamiento de las aguas”. Porque la ducha, simple y refrescante, ahora es una tempestad para los viejos pies de nuestros protectores. No podemos dejarlos ningún momento.

La casa de quien cuida de sus padres tendrá abrazaderas por las paredes. Y nuestros brazos se extenderán en forma de barandillas.

Envejecer es caminar sosteniéndose de los objetos, envejecer es incluso subir escaleras sin escalones. Seremos extraños en nuestra propia casa. Observaremos cada detalle con miedo y desconocimiento, con duda y preocupación. Seremos arquitectos, diseñadores, ingenieros frustrados. ¿Cómo no previmos que nuestros padres se enfermarían y necesitarían de nosotros?
Nos lamentaremos de los sofás, las estatuas y la escalera de caracol. Lamentaremos todos los obstáculos y la alfombra. Y uno se despide un poco de nuestro padre cada día…

Mi amigo José acompañó a su padre hasta sus últimos minutos.

En el hospital, la enfermera hacía la maniobra para moverlo de la cama a la camilla, tratando de cambiar las sábanas cuando José gritó desde su asiento: – ¡Deja que te ayude!- . Reunió fuerzas y tomó por primera a su padre en su regazo.
Colocó la cara de su padre contra su pecho. Acomodó en sus hombros a su padre consumido por el cáncer: pequeño, arrugado, frágil , tembloroso. Se quedó abrazándolo por un buen tiempo, el tiempo equivalente a su infancia, el tiempo equivalente a su adolescencia, un buen tiempo, un tiempo interminable.

Meciendo a su padre de un lado al otro.
Acariciando a su padre.

Calmado el su padre.

Y decía en voz baja :

– ¡ESTOY AQUÍ, PAPÁ!
Lo que un padre quiere oír al final de su vida es que su hijo está “ahí”.

error: Tu esencia Divina 2015