CÓMO…
Muéstrate como eres y quiérele como es.
Dile que lo amas y márchate sin aviso.
Dile un día que sí, al otro que no, después que tal vez y otros días quizás.
Dile la verdad como es, sin anestesia, sin adornos y te creerá.
Humedece su alma, róbale un suspiro y regálele tu aliento.
Arráncate los ojos, tapa tus oídos y entrega tu alma.
Simplemente hazlo y no lo pienses tanto…
comprensión, apoyo, momentos felices y mucho amor.
dale alas para que vuele y motivos para que no quiera regresar.
No puede ser “alguien”, no puede ser cualquiera, tienes que ser tú…
Cuéntale tus miedos, deja que conozca tus fantasmas, susúrrale tus secretos…
Prométele todo lo que te será imposible cumplir…
“Porque tienes un corazón noble. Porque cuando te dieron amor devolviste el doble. Porque ni llorando te rendiste, porque te levantaste cada vez que te caíste. Porque siempre luchaste por los que quisiste. Por eso vas a estar bien. Porque el universo te lo va a devolver. Con sonrisas, con paisajes y con abrazos también”.
Bendigo tu sagrada existencia!!!
No te dejes para mañana.
Con absoluto y profundo respeto muy sincero;
Emilio Alejandro García Jiménez
Saludos cordiales muy respetuosos, bendiciones eternas e infinitas de luz
Muchas, muchísimas gracias gracias gracias de todo corazón
La Palabra Diaria – Unity
Martes 2 Octubre 2018
Vitalidad
¡ESTOY VIVO!
Mi mente y cuerpo son expresiones de la vida y energía divinas. Al despertar cada día, bendigo todo mi ser con pensamientos de salud y vitalidad. Mantengo una imagen de la vida renovadora fluyendo por todo mi cuerpo. Visualizo cada célula receptiva a esta vida. Mi cuerpo está alineado con la sabiduría divina interna —haciendo con facilidad y perfección el trabajo que debe hacer. Yo soy renovado y revitalizado constantemente.
Bendigo mi mente con pensamientos de energía e inteligencia. Afirmo luz, paz y claridad, sabiendo que mi mente es un canal de la sabiduría divina. Es el conducto por medio del cual lo divino expresa comprensión y verdad infinitas. Doy gracias porque la vida, la luz y la energía ilimitadas fluyen en mi mente y cuerpo.
Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.—Juan 10:10
El perdón
Paul Tillich definió alguna vez el perdón como “El acto de recordar el pasado para poderlo olvidar”.
Los seres humanos vamos acumulando vivencias de todo lo que nos pasa en nuestras vidas. Los recuerdos de esas experiencias sin importar qué tan buenas o malas sean, sólo pueden permanecer en la “capa conciente” de nuestra mente por un relativamente corto tiempo.
Pasado cierto lapso, se van depositando en una capa algo más profunda que es el subconsciente, dando lugar así a las nuevas vivencias.
Todos y cada uno de los recuerdos permanecen “vivos” allí, aunque nuestra mente no los pueda “ver”. Es por ello que vamos olvidando algunas cosas y en determinados momentos es posible volver a sacarlas a la luz con alguna cuota de esfuerzo… haciendo memoria.
Pero transcurrido un lapso suficiente, esos recuerdos quedan sumergidos en una capa de nuestra mente aún más profunda, de la cual ya no es posible volver a sacarlos, es el inconsciente.
Esto sucede con absolutamente todas y cada una de nuestras vivencias. Con los eventos tristes también. Es por ello que hay personas que viven una vida de tristeza y dolor, evitan ciertos lugares o tratar con determinadas personas les causa angustia, aunque éstas no les hayan hecho nada malo en particular.
Las voces del inconsciente no se pueden recordar, pero dejan sentir sus ecos. La ayuda profesional adecuada es capaz en muchos casos de “escuchar” esos “ecos” y hallar la raíz del problema oculto en lo más profundo de nuestra mente.
Hay personas en nuestras vidas que nos han causado mucho daño. Tal vez en nuestra niñez o juventud, o ya durante nuestra adultez, pero hace mucho tiempo.
Creemos haber olvidado lo ocurrido, sin embargo cuando tratamos con alguien de características parecidas, o nos toca vivir situaciones similares, nos sentimos incómodos, tenemos temor, angustia o desconfianza ante ellas.
Es que los recuerdos no han muerto, no se han borrado. Nuestra mente conciente no los recuerda, pero sus gritos desde lo profundo se hacen sentir.
A esto es lo que refería Tillich, cuando hablaba del “acto de recordar para poder olvidar”. Cuando “sepultamos” en lo profundo de nuestra mente un hecho infructuoso de nuestra vida, tendemos a cerrar esa puerta con vehemencia porque su recuerdo nos tortura, nos hace daño.
Es absolutamente necesario abrir esa puerta y entrar a buscar el suceso traumático para poder sacarlo a la luz. El dolor por la misma puerta que entró es por donde debe salir. No hay otra solución. Los seres humanos no tenemos otra alternativa. Así funciona. En la medida en que un mal episodio de nuestra vida se pueda convertir tan sólo en un mal recuerdo, hará la diferencia con un mal recuerdo que hace daño.
Lograr esto es un importante paso hacia el perdón. Un perdón que no absuelve ni “renueva” el crédito al ofensor, pero sí te libra a ti de las tenazas que te sujetaban a él.
David conocía esto a la perfección, cuando le pedía a Dios que le librara de los pecados que él conocía y de los que no se acordaba también… Hoy te animamos a que abras las ventanas de tu alma a Dios y que su luz llene todos y cada uno de los días de tu vida.
Autor: Luis Caccia Guerra
Que el viento siempre esté detrás de ti y la lluvia caiga suave sobre tus campos; y hasta que nos volvamos a encontrar que Dios te sostenga con el puño de su mano.
Que vivas por el tiempo que tú quieras y que nunca quieras vivir tanto como vives.
Recuerda siempre olvidar las cosas que te entristecieron, nunca te olvides de recordar las cosas que te alegraron.
Recuerda siempre olvidar a los amigos que resultaron falsos. Pero nunca olvides recordar a aquellos que permanecieron contigo.
Recuerda siempre olvidar los problemas que ya pasaron. Nunca olvides recordar las bendiciones de cada día.
Que tus bolsillos estén pesados y tu corazón ligero.
Que la buena suerte te persiga y, cada día y cada noche tengas muros contra el viento, y un techo para la lluvia, bebidas junto a la fogata, risas para consolarte y a los que amas cerca de ti, y todo lo que tu corazón desee.
Que Dios esté contigo y te bendiga, que veas a los hijos de tus hijos, que el infortunio sea pobre y seas rico en bendiciones, que no conozcas nada más que la felicidad desde este día en adelante.
Que Dios te conceda muchos años de vida, de seguro Él sabe que la tierra no tiene suficientes ángeles.
Que Dios te bendiga todos los dìas de tu vida.
D/A
Muchas veces pasamos por situaciones tan malas que sólo quisiéramos despertar y descubrir que todo fue un mal sueño, ¿verdad?
El dolor es muy grande cuando se ha querido tanto, cuando se han vivido grandes emociones, cuando soñamos que todo era para siempre porque nunca pensamos que necesitaríamos pronunciar la palabra “adiós”…
Cuando alguien se va de nuestras vidas nos inunda un amargo dolor, uno que es semejante al luto, pues sufrimos la ausencia y el dolor de saber que esa persona ya no seguirá en nuestras vidas.
¿Qué hacer cuando se van de nuestras vidas?
Seguir adelante, sea como sea no queda más que seguir adelante. Si en esa relación rota ya no hay nada que puedan darte, no queda más que aprender a decir adiós.
Sé que es difícil, que no es fácil seguir adelante sin esa persona que pensabas que estaría siempre contigo, pero no debemos caer en cama o bajo depresión, hay que ser valientes y tratar de continuar.
Nunca es fácil volver a comenzar, porque ¿a dónde llevas todo ese dolor? El dolor acaba siendo llevado en un rincón del alma, allí donde se guardan los recuerdos, las alegrías y las tristezas del amor que fue y no volverá a ser.
Se fue tu amor, y lo pasarás mal.
Cada día siguiente será peor hasta que un día después de extrañar tanto te darás cuenta que debes continuar. Seguramente muchas veces intentarás volver, quizás llamar, o puede que intentes volver a verle… ¿Pero para qué? ¿No es eso continuar tratando de salvar lo que ya no se tiene?
Creo que cuando una de las dos partes pone un final a una relación, es que algo ya ha muerto, algo ya se fue. Querer continuar con eso sólo es masoquismo. Debemos saber parar y decir “hasta luego”, saber seguir adelante por nuestro propio bien.
Recuerda que la peor parte se vive por las noches, porque es cuando más soledad se siente, cuando más piensas en lo mucho que lo extrañas.
Para bien o para mal, nunca le olvidarás, nunca. Pero dejarás de extrañarle, dejarás pasar las cosas, y volverás a comenzar otra etapa de la vida.
Te volverás una persona más desconfiada, más triste… pero Dios en su inmensa misericordia te dará fuerza para seguir adelante, para continuar tu vida haciendo que esa tristeza sea cada vez más pequeña en relación a lo que vives cada día.
Se fue de tu vida y no le olvidarás
Siempre sigue adelante, recordando que siempre que se nos cierra una puerta se nos abre una ventana. Procura ser feliz, es difícil, lo sé; pero hay que salir de ese hoyo tenebroso.
Mira a tu alrededor, siempre hay alguien que estará dispuesto a ofrecerte su apoyo, tal vez por eso mismo estés leyendo esto, que te lo enviaron con la mejor de las intenciones.
Te podemos ayudar, pero la parte más importante eres tú, porque eres protagonista principal de esta triste situación
Recuerda:
Mañana será otro día… y siempre está la persona correcta esperando por ti. Te lo aseguro, la tristeza se marchará, la calma volverá, y ese corazón volverá a sentir amor, aunque con algo de nostalgias.
D/A
EL CUENTO DEL COLIBRI.
Cuentan que un día hubo un enorme incendio en la selva.los animales huían despavoridos, era un fuego terrible.
El jaguar vio pasar volando al colibrí… en dirección contraria, hacia el fuego.
Le extrañó,pero no quiso detenerse Y lo vio pasar de nuevo,esta vez en su misma dirección.
Luego de ver este ir y venir repetidas veces,decidió preguntar : Qué haces colibrí?, le preguntó el jaguar.
Voy al lago -respondió el ave- tomo agua con el pico y la echo en el fuego para apagar el incendio.
El jaguar se sonrió ¿Estás loco?- le dijo el jaguar al colibri ¿Crees que vas a conseguir apagar lo con tu pequeño pico tú solo?
Bueno- respondió, el colibrí- yo hago mi parte…
Y tras decir esto, se marchó a por más agua al lago. Despues de ese instante todos los animales liderados por el jaguar ayudaron al colibri a apagar el incendio de su selva.
Si todos actuamos así en una situación como la narrada, nos ayudaríamos a salir de los conflictos… La unión hace la fuerza y entre todos se logra sobrevivir.
Señor:
Aquí te presento a todos mis amigos…
para que los conozcas, los bendigas, los cuides y les enseñes a vivir para que tengan una mejor calidad de vida.
Tú que sabes lo que cada uno de ellos viven, lo que les preocupa, lo que sienten, lo que piensan, lo que padecen, lo que anhelan, lo que les hace falta y lo que desean.
Tú que sabes cuando lloran, cuando ríen, cuando están en soledad, cuídalos, protégelos, anímales a seguir adelante; acompáñalos siempre.»
«Porque Tú has sido, Señor,
Mi gran amigo….
¡El gran amigo incondicional de tantos!, pido hoy por toda mi gente linda, por su familia y por mí, por nuestra amistad y la relación que nos une, bendícenos y acógenos con tu amor…que es infinito mi Señor. Amén
En el nombre de Jesus !…se les quiere. Elena
ES
EL MOMENTO
El momento es el punto de encuentro con la Vida en su eterno movimiento.
En esencia –un misterio- se renueva a sí mismo continuamente, y, por lo tanto, también nosotros tenemos que ser nuevos.
Deja que el ego se quede en silencio, ¡sé, simplemente, humilde sencillez!
Dejamos que se vaya el momento vivido, y damos la bienvenida al momento siguiente.
Sólo así abrazamos la Vida en su desarrollo: libres cuando nos encontramos con el momento, libres cuando se va.
En esa libertad, encontramos el Amor.
El momento es Eternidad, una pausa entre pensamientos; es ente <<vacío>>, nos expandimos, fundiéndonos en lo Infinito.
El momento y la Libertad son inseparables; debemos darles lo que les corresponde, para poder así descubrir la Realidad.
Sólo la sencillez de la mente, en silencio total, puede abracar el momento e integrarse al Ser.
Despertamos a un estado de Iluminación, un estado que, por medio de prácticas diversas, llevamos buscando desde hace milenios
LIMPIEZA INTERIOR
Estaba necesitando hacer una limpieza en mi vida…
botar algunos pensamientos indeseados…
lavar algunos tesoros que estaban medio oxidados…
entonces saqué del fondo de las gavetas recuerdos que no uso
y no quiero más.
Tiré afuera algunos sueños, algunas ilusiones…
papeles del presente que nunca usé, sonrisas que nunca di…
tiré afuera la rabia y el rencor de las flores marchitas que estaban dentro de un libro que nunca lei…miré para mis sonrisas futuras y mis alegrías pretendidas… y las coloqué en un cestito, bien ordenaditas.
Quedé sin paciencia…
saqué todo de adentro del armario y lo fui depositando en el suelo:
Palabras horribles que nunca hubiera querido decir; heridas de un amigo; recuerdos de un día triste, pero también encontré otras cosas…y muy hermosas !!
Un pajarito cantando en mi ventana…
aquella luna color de plata al ponerse el sol …
Me fui encantando y distrayendo, me senté junto a mis cosas para poder escogerlas mejor…
Arrojé directo en el saco de la basura los restos de un amor que me hirió y tomé las palabras de rabia y de dolor que estaban en el estante de encima, pues casi no las uso, y las tiré inmediatamente.
Otras cosas que aún me hieren, las coloqué en otro cesto para después ver lo que haré con ellas, si las olvido o las envío para el basurero.
Fue en aquel cestito, en aquella gaveta en que uno guarda todo lo que es más importante: El amor; la alegría; las sonrisas; un dedito de fé para los momentos que más necesitamos…
Recogí con cariño el amor encontrado; doblé ordenaditos los deseos; coloqué perfume en la esperanza; pasé un pañito en el estante de mis metas y las dejé a la vista para no olvidarlas jamás.
Coloqué en los estantes de abajo algunos recuerdos de la infancia; en la gaveta de encima las de mi juventud y colgado bien a mi frente, coloqué las de mi… capacidad de amar…
Al final de la jornada, el balance era demasiado evidente:
TODAVÍA EXISTEN MUCHAS RAZONES PARA VIVIR Y SER FELIZ
D/A