DECÁLOGO DE LA MADRE CONSCIENTE
1.He parido un hijo que no es mío. Lo entrego al mundo.
2.Este hijo no ha venido a cumplir mi proyecto, ni los proyectos de mi árbol genealógico, sino el suyo propio.
3.No lo bautizo con ningún nombre ya presente en el árbol, ni con nombres que le impriman un destino.
4.Se lo doy todo, lo crío con afecto, sin dejar de ser yo misma, sin adicción al sacrificio, sino con responsabilidad y desde la libertad.
5.Le ofrezco herramientas que ayuden a construir el edificio de su propia vida, pero acepto que tome libremente las que el juzgue adecuadas y rechace las inadecuadas para él. Me doy cuenta que la mejor manera de enseñar a un hijo es con el ejemplo.
6.Acepto que deje de llamarme “mamá” cuando él lo decida, para pasar a llamarme por mi propio nombre, porque así rompe lazos de dependencia y la relación entre ambos se equilibra.
7.Le permito y facilito que tenga un espacio privado e íntimo en la casa que sienta como su propio territorio.
8. En cuanto a la elección de sus amistades, de su carrera, de sus actividades de ocio, etc., le escucho, le doy mi parecer, pero no selecciono nada por él, ni le prohíbo ni lo obligo.
9.Dejo que mi hijo cometa errores, que se caiga, que no sea perfecto. Comprendo que cada fracaso es un cambio de camino y con ellos se crece cada día; si lo protejo demasiado lo bonsaitizo, nunca será adulto.
10.Jamás definiré a mi hijo (“es tranquilo, eres nervioso”, “es tímido”…), porque entiendo que los niños se forman su autoconcepto a partir de lo que sus padres dicen de él. Le transmito que dentro de él están todas las posibilidades del ser, lo es todo en potencia. QUE ASÍ
Créditos al autor
…CUANDO SIENTAS A TU MADRE DÉBIL, o PERDIDA.
A tus mujeres de hoy sin rumbo.. Cuando te sientas tú débil, y NO tengas en tu clan, ni en tu entorno de dónde tomar.
Llama a tus abuelas… …A tus ancestras mujeres… …Ahí está nuestra fortaleza…Invita a tus abuelas, a todas las mujeres, que te precedieron…
NOMBRALAS EN VOZ ALTA SI PUEDES; NO te preocupes si NO sabes sus nombres… …SIMPLEMENTE DI:
“.Invito a mis abuelas y ancestras, desde hace siete generaciones hasta el presente, a que me acompañen ahora.”
ESTARÁN AHÍ… …AGRADÉCELES QUE HAYAN VENIDO:
Es así de sencillo… Su sangre sigue corrriendo, •.Por tus venas… •.Por tu corazón….y, •.Por tú útero…
…Si les pides que vengan, vendrán… Dispuestas a ayudarte a sanar, y a ser una mujer libre, y dichosa…
…EL PRIMER PASO; Hacia la dicha, y salud en tu vida actual… •.Podrá ser que derrames las lágrimas, que tus abuelas NO pudieron derramar… •.Sentir, y liberar la aflicción de las vidas insatisfactorias de nuestras antepasadas maternas, nos quita de los hombros el peso de nuestro legado materno… …CUANDO YA NO TENEMOS QUE LLEVAR ESE PESO; Somos libres para recordar… Y desarrollar los muchos dones, y talentos… …¡¡.QUE TAMBIÉN HEMOS HEREDADO DE ELLAS.!!… …VENGAN A MI, LAS NECESITO.!!…
…AMOR UNIVERSAL.... …
Rosina NL..…
BENDICE A TU MADRE.
Si tu madre está viva, bendícela porque ella es la raíz más honda de tu existencia y el manantial más alto de tu alma.
Si tu madre ya no esta, bendícela, porque ella es tu antena entre la tierra y el cielo y la voz más pura que habla en tu corazón.
Bendice a tu madre, porque ella es la rama del árbol de donde desciendes y la lámpara del país a dónde vas.
Bendice a tu madre, Porque ella es el avío de tu tránsito eterno, Y está contigo en tu angustia, en tu amor y en tu esperanza.
Bendice a tu madre en el día y en la noche,
en las horas adversas y en las horas felices.
Tu bendición te elevará sobre el polvo del mundo y Dios acogerá en su oído tu amorosa plegaria.
Dios te bendiga siempre mamá
Alberto Velásquez.
SOLTANDO A MAMÁ.
Soltar a mamá no es dejarla de lado, ni siquiera es necesario poner distancia de por medio o privarla de compartir nuestros logros.
Soltar a mamá es, una vez que somos adultos, traerla con nosotros de este lado, a ellas les cuesta dejar el periodo de la niñez, les asusta que vayamos a equivocarnos o que no hayamos aprendido a cuidarnos, entonces, es momento de demostrar que si podemos, con hechos más que con palabras.
Soltar a mamá es mostrar que crecimos y el que crece comprende, es asumir responsabilidades, sin dejar de ver el bien común, es dejar de pedir permiso y comenzar a cumplir promesas, es cambiar regaños por no causar preocupación, es asumir riesgos sin dejar de bajar la cabeza, para pedir su bendición.
Soltar a Mamá es regresárle la misma dedicación que mostró hacia nosotros, para desvanecer sus miedos, es darle tiempo para aceptar que termino la obligación en ella y llego la convicción en nosotros: «te libero de mi, pero no te dejaré nunca porque te amo», el amor y la gratitud supera por mucho la necesidad y la costumbre.
Soltar a mamá es decir gracias, es incluirla, es ver a la mujer y respetar sus elecciones, es graduarla y darle todos los honores, es compartirle nuestros aciertos que son también los suyos, porque un adulto entiende que estaba improvisando movida por el amor y que la mayor de sus elecciones fue querernos, razón más que suficiente para honrarla toda la vida.
Soltar a mamá es comenzar a disfrutarla y con ello honrar nuestro pasado, evitemos terapias en ese sentido, estamos a tiempo, reinstalemos a nuestras madres en el mismo lugar donde estamos colocados ahora que crecimos, en el de los adultos, en el de los maduros, en el de los seres humanos, no atrás, no adelante, a nuestro lado, pues sin ella, nunca hubiéramos llegado.
Lucia Toranzo N.
ESE OLOR A MAMA”
-“Mamita, cómo hueles de rico”. (Eso me dice mi pequeña de seis años con quien estoy acostada conversando). –
“Pero mi amor, a qué puedo oler si no uso lociones, ni perfumes, ni cremas? Con seguridad no huelo a nada;todo mi tiempo lo ocupo en ir a trabajar y al volver hago las tareas del hogar dejàndome un tiempito para estar contigo todos los dìas”. –
“Te equivocas, mamita, hueles lindo, “HUELES A MAMÁ”, me contesta sonriente. Esta respuesta me llena de emoción y me hace pensar: Es una respuesta linda, llena de amor y de ternura.
HUELES A MAMÁ, yo nunca había pensado en ese olor, no lo había llamado así, nunca supe definirlo, pero ahora sé que mi madre olìa dulcemente a mamá. HUELES A MAMÁ, cuando estás llena de ternura, de amor, de cariño. de comprensión. HUELES A MAMÁ , cuando juegas con tus hijos sin importarte qué pasó con tu arreglo. Cuando con ellos vuelves a ser niña y compartes el yoyo, la pelota y la muñeca.
HUELES A MAMÁ, cuando con ellos cantas y cuentas cuentos. Cuando escuchas sus quejas y oyes sus problemas. HUELES A MAMÁ, cuando encuentras palabras adecuadas en sus momentos tristes. HUELES A MAMÁ, cuando les dedicas todo tu tiempo cuando están enfermos, cuando vigilas su aseo personal y cuando lavas nuevamente sus zapatillas que tan pronto se ensucian. HUELES A MAMÁ, cuando les permites invitar a sus amigos, sin preocuparte cómo te dejan la casa y te sientes feliz porque estàn en lugar seguro. HUELES A MAMÁ, cuando soportas sus chanzas pesadas, cuando les hablas de su deporte favorito así tú no entiendas nada. HUELES A MAMÁ, cuando les reprendes a tiempo e impones una disciplina dulce pero firme. HUELES A MAMÁ, cuando sabes decir SÍ y cuando sabes decir NO. HUELES A MAMÁ, cuando te esmeras y preocupas por sus estudios. HUELES A MAMÁ, cuando procuras mejorar y aprender a ser mamá las veinticuatro horas del día. Mi niño me dijo que yo olía a mamá y me siento muy feliz. Ojalá todas las mujeres tuviéramos siempre ese hermoso y dulce ” OLOR A MAMÁ “.
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