BENDICE A TU MADRE.
Si tu madre está viva, bendícela porque ella es la raíz más honda de tu existencia y el manantial más alto de tu alma.
Si tu madre ya no esta, bendícela, porque ella es tu antena entre la tierra y el cielo y la voz más pura que habla en tu corazón.
Bendice a tu madre, porque ella es la rama del árbol de donde desciendes y la lámpara del país a dónde vas.
Bendice a tu madre, Porque ella es el avío de tu tránsito eterno, Y está contigo en tu angustia, en tu amor y en tu esperanza.
Bendice a tu madre en el día y en la noche,
en las horas adversas y en las horas felices.
Tu bendición te elevará sobre el polvo del mundo y Dios acogerá en su oído tu amorosa plegaria.
Dios te bendiga siempre mamá
Alberto Velásquez.