BENDICE A TODOS SILENCIOSAMENTE
Hoy bendice a toda la gente que pase junto a ti.
Por supuesto, estas oraciones silenciosas no requieren que digas nada en voz alta; su efectividad viene de tu decisión de dirigir buena voluntad a cada individuo que encuentras.
Las bendiciones pueden venir de tu corazón, mente o manos.
Cualquier forma que escojas para enviarlas será efectiva.
Observa cómo te sientes al hacerlo… junto con la alegría de dar, notarás cierta conexión con todos aquellos a quienes bendices.
Hoy tú serás el que reciba más bendiciones: por cada vez que favorezcas a otra persona, los regalos que desees se te regresarán muchas veces.
A dondequiera que voy bendigo silenciosamente a todas las personas con quienes tengo contacto, y recibo este regalo también. Mis bendiciones vienen del Espíritu que conecta a todos y a todas las cosas.»