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Autosanación Energética

Autosanación Energética

“Entrelazamiento Cuántico”

26 mayo, 2017
En física cuántica existe un concepto conocido como “entrelazamiento cuántico” que inquietó desde siempre al propio Albert Einstein y que, de algún modo, puede aplicarse al comportamiento humano.
Según este principio cuando dos partículas toman contacto entre sí cambian en algún aspecto para siempre. Aún más, aunque no estén cerca una de la otra, aquello que han creado juntas, impacta a su vez en el resto de partículas.
“Todo lo que te molesta de los demás es solo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo” -Buda- Este entrelazamiento cuántico también nos caracteriza a todos nosotros.
Es fácil de entender, pongamos un ejemplo. Tenemos un compañero de trabajo con una afición muy particular: sembrar críticas. El mal humor que nos produce su comportamiento y actitud se introduce cada día en nuestra mochila emocional, hasta el punto de que ese malestar afecta al trato con nuestra familia.
Todos somos como partículas caóticas chocando las unas con otras e imantando determinadas cargas emocionales. Lo que unos hacen otros lo sufren y los que lo sufren comienzan una cadena de contagio de ese sufrimiento. Es necesario romper esta interconexión que diezma día a día la calidad de nuestras relaciones.
Eduquemos a nuestra mente para que sea capaz de tomar distancia y romper este juego de fuerzas.
Hay cosas que ya no me afectan: el principio de la flotabilidiad Estamos seguros de que a estas alturas de la vida habrá muchas cosas que ya no te afecten. Has aprendido que no es bueno esperar tanto de las personas, que es mejor ser cauto y dejar que el trato cotidiano te revele la auténtica esencia de ese supuesto amigo. No obstante, y a pesar de todo tu bagaje experiencial, aún tropiezas con la misma piedra: la de la decepción.
Porque en estas nuestras selvas comportamentales, la conocida frase de “ser y dejar ser” se convierte muy a menudo en un “yo soy y no te dejo ser”. ¿Cómo evitar que este tipo de actitudes nos afecten? No se trata en absoluto de ser pasivos, de llevar a cabo la “no resistencia” donde convertirnos poco a poco en las dianas de todas las flechas envenenadas. El conocido analista laboral y escritor Daniel Pink nos introduce un término muy interesante a la vez que útil en este mismo contexto: la flotabilidad. Para comprenderlo basta con visualizar una preciosa boya suspendida en el mar. Este objeto sabe muy bien lo que es y cómo la trata el océano, sin embargo, jamás se hunde. Siempre está a flote sobre la superficie sin importar los embistes del océano o las tormentas. Esta resistencia mental proviene de ese punto sutil de equilibrio y fortaleza donde uno sabe muy bien cuáles son sus valores, sus firmezas interiores y sus amarres emocionales. Lo que yo soy y lo que tú eres también está en armonía Las personas esperamos y merecemos respeto, consideración y reconocimiento. Cuando uno de estos pilares se viene abajo tenemos pleno derecho a defendernos, a reaccionar y a protegernos. Sin embargo hay que tener claros varios aspectos. “Tú eres tú y yo soy yo”. Lo que otros digan o piensen de nosotros NO determina lo que somos. No importa cuánto fuego salgan por sus bocas, ni qué tipo de veneno deseen lanzarnos. Quien decide si se quema o no somos nosotros. Quién tiene el poder para retirar la mano y elegir no envenerarse también somos nosotros. “Te acepto por como eres”. Aceptar a una persona no implica estar de acuerdo con lo que dice o hace. Supone dejar de pelear con ella para aceptarla como alguien diferente a nosotros. Aceptar por tanto en este caso es renunciar a más peleas, a invertir más tiempo, esfuerzo y sufrimiento en lo que no vale la pena. Asimismo, en esa renuncia que genera aceptar a una persona por como es para ser libres, también hay cierta armonía. Es desprenderse de algo para recuperar un equilibrio interno: para subir a flote de nuevo. Hablábamos al inicio del principio de “entrelazamiento cuántico”. Sabemos que no estamos solos en nuestros entornos, en estos campos gravitacionales donde todos chocamos con todos en un baile en ocasiones desafinado. En este juego de fuerzas e interacciones, como decía el propio Einstein, casi siempre nos llevamos algo de los demás. Intentemos por tanto no quedar imantados solo por la carga negativa, esa que de algún modo, podemos contagiar a nuestros seres más queridos. Dejemos, simplemente, que los demás sean como deseen ser. Permite que el hablador hable, que el desordenado pierda tiempo en su desorden. Deja que el amargado se amargue la vida y que el criticón se envenene con su propia lengua. Déjalos ser como bien quieran, pero cuando estén cerca de ti, no olvides CÓMO ERES TÚ. Actúa como esa boya firme en el océano, bien aferrada a sus principios, a sus fortalezas internas. Tarde o temprano la tormenta siempre escampa. Valeria Sabater
Autosanación Energética

Autosanación Energética

9 agosto, 2014

Autosanación Energética 
Hay una práctica de autosanación, simple pero poderosa, que puedes realizar cuando sientas la necesidad de fortalecer tu sistema inmunológico. Es especialmente eficaz si la utilizas cuando percibes los primeros síntomas de una enfermedad, pero también funciona con enfermedades que ya están instauradas si la usas con la suficiente frecuencia y concentración.
Asimismo, contrarrestará las alteraciones sufridas por tu campo energético a causa de cualquier negatividad.
Cuando tengas unos minutos libres, y especialmente por la noche antes de dormir y a primera hora de la mañana antes de levantarte, inunda tu cuerpo de conciencia. Cierra los ojos. Túmbate de espaldas. Ve llevando la atención, sucesivamente, a las distintas partes del cuerpo: manos, pies, brazos, piernas, abdomen, pecho, cabeza, etc. Siente la energía dentro de esas partes con toda la intensidad posible. Mantente en cada una de ellas durante 15 segundos aproximadamente.
A continuación, deja que tu atención recorra el cuerpo unas cuantas veces como una ola, de los pies a la cabeza y de la cabeza a los pies. Con dedicar un minuto a esta parte es suficiente. A renglón seguido, siente la totalidad de tu cuerpo energético como un campo de energía unificado. Mantén la sensación durante unos minutos. Permanece intensamente presente durante ese tiempo, presente en cada célula de tu cuerpo.
No te preocupes si tu mente consigue apartar tu atención del cuerpo ocasionalmente y te quedas perdida/o en algún pensamiento. En cuanto te des cuenta de que eso ha ocurrido, reorienta tu atención hacia el cuerpo.
Recordemos que la clave de la sanación radica en profundizar en nuestras raíces internas.
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