DESATA A LAS PERSONAS
Cuando no perdono a alguien que me ha lastimado, a nivel espiritual, lo que sucede es que ato a esa persona a mi pie.
Ahora camino con ella, voy a todos lados con ella, está atada a mí. Y si son muchos, los llevo a todos atados a mí mismo. Aunque nadie los ve, aunque nadie se dé cuenta, camino con todos ellos.
Llevo algunos atados a mis pies, otros a mis manos, otros a mi cuello… Es una verdad universal. El PESO tienes que sacártelo de encima… De lo contrario, te cansas, te agotas, te sientes pesado, no avanzas… Tienes que desatar.
Cuando desatas, la persona ya no te controla, ya no te maneja, ya no te manipula. “Perdón significa: Soltar a alguien…renunciar a mi derecho de arrastrarlo por la vida”. Las heridas no resueltas pueden tener una (raíz). O sea (una vida interior propia).
Donde nadie ve. Aunque lo más grave de todo es que se deja de alcanzar la Gracia de Dios.
Cuando nos llenamos de resentimiento nos alejamos del piso de la gracia, nuestro fundamento. Nos autodescalificamos al perdernos Sus Gracias.
Eso es literalmente una ‘desgracia’… Los hombres y mujeres de Dios podemos hacer milagros y el Perdón es uno de ellos. Porque Perdonar es Milagroso.
Cuando perdonamos genuinamente soltamos a esa persona que nos lastimó; no esperamos nada de ella, ni siquiera disculpas, nada. Sólo lo hacemos…
EL PERDÓN ALEJA DEL VINCULO TOXICO… Algo que ayuda a perdonar es que el que nos lastimó soltó su veneno sobre nosotros, su propia frustración, su propio dolor. Cuando no lo perdonamos, estamos reteniendo esa sustancia tóxica en nuestro sistema y terminamos intoxicados, envenenados.
Perdónalo, Suéltalo y aléjate… Si te siguen maltratando, aléjate. Si es tu pareja, busca ayuda… EL PERDÓN tiene una herencia:
La PAZ y la SERENIDAD de DIOS… –
Oskaring Rojas-
VIVE
Ya perdoné errores casi imperdonables.
Trate de sustituir personas insustituibles,
de olvidar personas inolvidables.
Ya hice cosas por impulso.
Ya me decepcioné con algunas personas,
mas también yo decepcioné a alguien.
Ya abracé para proteger.
Ya me reí cuando no podía.
Ya hice amigos eternos.
Ya amé y fui amado pero también fui rechazado.
Ya fui amado y no supe amar.
Ya grité y salté de felicidad.
Ya viví de amor e hice juramentos eternos,
pero también los he roto y muchos.
Ya lloré escuchando música y viendo fotos.
Ya llamé sólo para escuchar una voz.
Ya me enamoré por una sonrisa.
Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y…
Tuve miedo de perder a alguien especial
y terminé perdiéndolo, ¡pero sobreviví!
¡y todavía vivo!
No paso por la vida y tú tampoco deberías
sólo pasar… ¡Vive!
Bueno es ir a la lucha con determinación,
abrazar la vida y vivir con pasión.
Perder con clase y vencer con osadía,
porque el mundo pertenece a quien se atreve
y la vida es mucho más para ser insignificante.”
Charles Chaplin
¿FALLAMOS. CUANDO ?
Fallamos cuando: valoramos más a los de fuera, que los que son de nuestra propia casa, cuando olvidamos o dejamos de lado a la familia, sobre todo cuando más te necesita.
Fallamos cuando: escribimos grandes textos de homenajes, o planeamos fiesta para amigos o apenas conocidos, y olvidamos homenajear todos los días a nuestra familia.
Fallamos cuando: la copa bonita es para las visitas, pero para los de casa, la taza quebrada.
Fallamos cuando: nos empeñamos tanto en agradar a los demás, pero para hacer un favor para la madre, es un peso.
Fallamos cuando: en las reuniones de amigos, o en las redes sociales, exhibimos un amor incondicional por nuestra familia, pero en casa rechazamos llevar un vaso de agua para ellos.
La familia es el bien mayor del ser humano. ¡Cuidémosla! Recuerda siempre que, la familia es prioridad siempre
📖 Crédito a quien corresponda
A VECES NECESITO ESTAR SOLA
A veces necesito un minuto, un día o dos.
Necesito alejarme, y poner mi mente en orden dentro de tanto desorden.
Necesito llorar a solas, sin sentir la presión de que no debo hacerlo.
Sin escuchar las palabras de que tengo que ser fuerte por mi y los míos.
LO SIGO SIENDO, pero también me canso, también me rindo de vez en cuando.
No soy menos fuerte por eso. No me digas que todo estará bien, eso ya lo sé, por algo estoy de pie después de tanto… porque a pesar de tantas piedras en mi camino siempre resisto.
No me digas lo que debo hacer. Que debo quererme más y no alejarme.
El alejarme también es amor propio.
El no hacer nada cuando mi cuerpo, y mi alma no quieren, también lo es.
Si necesito un respiro lo tomo.
También es permitido cerrar mis ojos y mis oídos por un momento.
También es saludable desintoxicarme de este mundo cruel de vez en cuando.
No lo tomes personal Si no me ves por un tiempo Si no te llamo, Si no te escribo.
No tiene nada que ver contigo.
A veces me pierdo en mi misma y solo Yo debo encontrarme.
Crédito a quien corresponde _
CUANDO ALGUIEN MUERE
Cuando alguien muere, lo primero que hay que hacer es… Nada.
No salgas corriendo, solo llama a la enfermera.
No cojas el teléfono. Respira hondo y permanece presente a la magnitud del momento.
Hay una gracia de estar muy cerca, tomándole de la mano a alguien a quien amas, mientras hace su transición fuera de este mundo.
Es este el momento donde toma su último aliento, y exhala su ultimo suspiro. hay una sensación sagrada, increíble en el espacio. donde se abre el velo entre dos mundos.
Estamos tan desprevenidos y sin entrenamiento en cómo lidiar con la muerte, que a veces un tipo de respuesta de pánico entra. «Está muerto»!!.
Sabíamos que iban a morir, así que estar muerto no es una sorpresa.
No es un problema para resolver. Es muy triste, pero no es causa de pánico.
Si acaso, su muerte es causa de respirar profundo, detenerse y estar realmente presente en lo que está sucediendo.
Si estás en casa, tal vez saca la tetera y prepara una taza de té.
Vuelve a entrar en la habitación, y siéntate en cualquier lugar, solo hazte presente en la experiencia del momento y contempla a tu ser amado.
¿Qué está pasando para ti?
¿Qué podría estar pasando para quien que ha trascendido?
¿Qué otras presencias están aquí que podrían estar apoyándole en su camino?
Sintoniza toda la belleza y la magia.
La pausa le da a tu alma la oportunidad de ajustarse, porque no importa lo preparados que estemos, una muerte sigue siendo un shock.
Si realizamos acciones directamente en modo «hacer algo por hacer» o llamamos al Doctor, o llamamos al hospital, o llamamos a la funeraria, o llamamos a algún otro pariente, nunca tendremos la oportunidad de absorber la enormidad del evento.
Date cinco minutos, o 10 minutos, o 15 minutos, o el tiempo que sea necesario sólo para estar, para ser. Nunca volverás a tener ese tiempo de vuelta si no lo tomas ahora.
Después de eso, haz la cosa más pequeña que puedas. Llama a la persona que necesita ser llamada. Participa con cualquier persona que necesite estar involucrada, pero haz que se comprometan al nivel más mínimo, en silencio.
Muévete lentamente, porque este es un período en el que es fácil para el cuerpo y el alma separarse.
Nuestros cuerpos pueden avanzar hacia adelante, pero a veces nuestras almas las han alcanzado.
Si tienes la oportunidad de estar tranquilo y estar presente, tómala.
Acepta, aclimata y ajusta a lo que está pasando.
Entonces, se como el tren, que comienza a rodar, y todas las cosas que suceden después de una muerte, estarán mejor preparadas.
Vuelve a observar su rostro de frente, contémplalo, y de repente, respira profundamente, después de un rato, cierra tus ojos y vuelve a respirar, invócalo, siéntelo, y deséale buen viaje. Tienes que hacerlo ahora. Ya tendrás la oportunidad de recuperar el aliento más tarde…
Estar presente en los momentos después de la muerte es un regalo increíble para ti mismo, es un regalo para las personas con las que estás, y es un regalo para la persona que acaba de morir.
Solo están a muy cercana distancia.
Están empezando su nuevo viaje en el mundo sin un cuerpo. Si mantienes un espacio tranquilo alrededor de su cuerpo, y en la habitación, se marchara de la manera más hermosa. Es un servicio a ambos lados del velo.
Metafísica










