El sufrimiento se alimenta de la resistencia.
El taoísmo describe cuatro pasos para superar cualquier problema:
Paso Nº 1 = No Resistir.
Paso Nº 2 = Aceptar
Paso Nº 3 = Resolver
Y paso Nº 4 = Olvidar.
Por su parte el Budismo también insiste en la importancia de no ofrecer resistencia cuando ocurren cosas que no nos gustan, y aceptar la realidad.
Debemos recordar que la realidad es SOLO lo que está y NO lo que uno quiere que esté. Por tanto es inútil oponer resistencia ya que luchar contra la realidad además de tonto es una de las empresas mas desgastantes del Ego, y lo hacemos solamente por arrogancia.
Cuando resistimos generamos angustia, dolor, tristeza, depresión, etc. Pongamos un caso: Ella lo abandona (a Él), y El no acepta el rompimiento y por tanto se resiste, entonces El la va a buscar a la salida del trabajo, le manda mensajes de texto por el celular (que Ella no responde), le manda flores, habla con las amigas de ella y les pide que intercedan a su favor, habla con la familia de Ella para lo mismo, Etc. Etc.
El gasta inmensas cantidades de energía tratando de llamar la atención de Ella pero no lo logra (porque cuando una mujer decide irse, no la detiene nadie!) entonces El se deprime. Cuando Ella no le contesta los mensajes El se angustia, cuando Ella lo evita a la salida del trabajo El se ofusca y la rabia lo consume, y así sucesivamente. El al resistirse a la realidad lo que hace es aumentar el sufrimiento. En realidad si El hubiera hecho caso al Taoísmo y hubiera cumplido con la primera recomendación (NO RESISTIR) habría enfocado mejor su energía y no se hubiera deprimido ni dejado llevar por la rabia y/o la angustia.
No resistir es ir con la realidad como se vaya presentando. Abrirse a vivir las nuevas experiencias que SEGUNDO A SEGUNDO nos ofrece la vida (aunque suene a lugar común). No resistir es respetar la realidad TAL COMO SE NOS PRESENTA. No resistir es observar detenidamente la pintura de la vida y notar cada color, cada textura y cada imagen sin querer cambiar NADA, aunque nos duela, y si ese es el caso, observar también el dolor que, siguiendo las leyes de la vida, también desaparecerá porque TODO PASA.
Cuando por nuestra arrogancia o nuestro Ego, queremos cambiar las cosas porque no nos gustan o no queremos que suceda de la forma que sucede; entonces comienza el sufrimiento. Comienza la ansiedad y la depresión. Comienza el gasto innecesario de energía y la rabia. En fin, cuando más resistimos más infelices somos.
En este momento podemos preguntarnos ¿por qué seguir cargando sobre el hombro esa pesada cruz de madera? Esa cruz de madera representa nuestro sufrimiento, nuestra ira, nuestro llanto, nuestra preocupación, etc.
Esa cruz de madera que nos lacera, a la que sentimos con todo su peso, con toda su aplastante solidez y con su continuo roce nos quema la carne, con su ineludible presión sentimos ese mórbido y punzante dolor en el hombro.
Esa cruz que nos supera en tamaño, en peso y que clava sus astillas de madera color caoba en nuestra carne desamparada. Eso es el sufrimiento que genera la resistencia. Si. Podemos preguntarnos ¿Por qué seguir cargando esa cruz? Esa cruz podemos dejarla en el cordón de la vereda simplemente si aceptamos la realidad tal como es. Esa cruz la dejamos si no resistimos.
Cuando observemos cualquier sufrimiento en nuestra vida sólo debemos preguntarnos ¿A qué nos estamos resistiendo? Porque el sufrimiento se alimenta de la resistencia.
Lic. Roger Garcés