CUANDO NOS SINTAMOS SOLOS…
Es muy probable que usted sepa lo que es sentir la soledad..
Todos hemos vivido esa situación en algún momento. Puede deberse a la sensación de rechazo por parte de alguien, o por el sentimiento de una considerable separación geográfica de un ser amado. O puede deberse a que usted nunca ha sentido una intimidad profunda y duradera con otra persona.
La soledad nos ataca de muchas formas. Sea cual sea la razón, la soledad parece instalarse en nuestras vidas como una espesa niebla; no importa donde miremos, todo parece oscuro, gris y terriblemente vacío.
Sin embargo, aunque sentimos que está por allí, la soledad es realmente un problema interno. A veces, parece inevitable porque está firmemente arraigada en nuestro corazón. La soledad es un problema grave.
Dios no quiere que Sus hijos sean unos solitarios o que sufran de soledad. De hecho, lo primero en toda la creación que Dios consideró no bueno, fue la soledad de Adán (Gn. 2:18). A veces nuestros amigos pueden desaparecer por un tiempo, y terminamos sintiéndonos solos.
Sin embargo, hay una relación con la que podemos contar, por encima de todas las demás, como permanente, pura y verdadera: nuestra relación con Jesucristo. La Biblia nos asegura que El nunca nos abandonara, y en El jamás estaremos solos (Hebreos 13:5b).
Jesus desea ser su compañero más íntimo, y Él ha hecho posible que esta relación dure toda una eternidad. Dé hoy gracias a Dios por Su hijo, el amigo suyo por siempre.
Que especial saber que si tenemos a Jesùs como compañero no nos sentiremos solos jamàs, que El reine en tu corazòn y te sientas feliz por Su presencia, es lo mejor que podemos hacer.
DIOS TE BENDIGA!