*
Reflexión*
A lo largo de nuestro viaje por la vida, atravesamos experiencias que dejan huellas profundas.
Algunas heridas sanan con rapidez, mientras que otras requieren tiempo, paciencia y consciencia.
El verdadero desafío surge cuando creemos haber sanado, pero una situación inesperada despierta ese viejo dolor.
Es entonces cuando comprendemos que la herida aún está viva, pidiendo atención y cuidado.
La vida, con su infinita sabiduría, nos presenta personas y circunstancias que actúan como espejos, revelando lo que aún necesita ser sanado. No es castigo, es oportunidad.
La vida, con su infinita sabiduría, nos presenta personas y circunstancias que actúan como espejos, revelando lo que aún necesita ser sanado. No es castigo, es oportunidad.
Cuando finalmente sanamos, el dolor se disuelve. Lo que queda es la memoria, sí, pero ya no duele. Se transforma en experiencia, en sabiduría, en crecimiento.
Que siempre haya paz, amor y felicidad…y que todas tus heridas sean sanadas, y cicatrizadas…
Espacio Holístico
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