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Abrázame hijo mío.
Que pasa mami?
No pasa nada cielo. Necesito sentir los latidos de tu corazón. Voy a contarte algo que ahora no entenderás, pero que cuando seas mayor y lo leas, quizás entonces me comprendas bien.
Dime mami…
Quiero que sepas que pase lo que pase, yo siempre estaré aqui. Que siempre podrás volver a mis brazos. cuando tengas miedo, cuando te asuste el mundo, cuando necesites que te diga lo muchísimo que te quiero, aqui estaré.
Cuando la vida se complique, cuando te equivoques, cuando escojas un camino erróneo, aún en esos momentos, aqui estaré.
Cuando alguna de tus primaveras no veas salir el sol, cuando anheles mi calor, aqui estaré, cuando te sientas diferente, extraño.
Cuando alguien te rechace por ser excepcional. Cuando quieras encontrar un refugio, aqui estaré.
Cuando tus pies se cansen de caminar, y necesites que te sujete en mi regazo. Cuando quieras que te acompañe en tu viaje, aqui estaré. Cuando tu memoria te lleve a tu infancia, y quieras recordar lo especial que fuiste para mí, aqui estaré.
Cuando yo me haya ido, cierra los ojos y piensa en mí, esté donde esté… Aqui estaré.
Siempre..!
Estamos tan ocupados creciendo y viviendo nuestra vida, que a veces nos olvidamos que nuestros padres están envejeciendo, muchas veces solos y que su gran felicidad es solo contemplar de vez en cuando la nuestra. ,
La exigente vida moderna a veces nos impide dedicarles a nuestros padres parte de nuestro tiempo y al mismo tiempo nuestros hijos se olvidan un poco de nosotros.
Es por eso que debemos reflexionar y comprender que tenemos que aprovechar cualquier ocasión para demostrarle nuestro amor a nuestros seres queridos… ahora que están entre nosotros.
De la misma forma que te he acompañado en tu sendero te ruego que me acompañes en el mío quecasi termina.
No te pido mucho solo que de vez en cuando te acuerdes de mí con una llamada, un correo un mensaje con una foto tuya o quizás un beso si fuera posible.
Solo eso…
Te quiere
Tu Madre
MI MADRE (del baúl de los recuerdos).
Estaban dos amigos tomando un café y mientras conversaban uno de ellos comentó:
-Mi madre me llama constantemente a la oficina, por cualquier cosa y siempre acaba pidiéndome que vaya a conversar con ella.
Es terrible, siempre las mismas quejas, que se siente sola, que le duele esto, lo otro… La verdad es que voy muy poco a visitarla y creo que es porque me molesta su forma de ser.
Ya sabes como son los viejos; cuentan las mismas cosas una y otra vez y yo estoy muy ocupado. Tu ya sabes que siempre me falta tiempo, los compromisos de trabajo, mi esposa, mis hijos, mis amigos. No tengo tiempo para dedicárselo como ella quiere.
El amigo que lo escuchaba con mucha seriedad, le respondió: -Yo en cambio, converso mucho con mi mamá; cada vez que estoy triste, voy para pasar un rato con ella; cuando me siento solo o cuando tengo un problema y necesito fortaleza, voy a visitarla y ella me reconforta, me anima y siempre termino sintiéndome mucho mejor.
-Supongo que tu eres mejor persona que yo, dijo sincerándose el primero.
– No creas, soy igual que tu, o al menos lo era. Porque la verdad es que visito a mi mamá en el cementerio. Murió hace tiempo, mientras estuvo conmigo yo tampoco iba a conversar con ella, pensaba y sentía lo mismo que tú.
Y no sabes cuanta falta me hace ahora su presencia, cuánto daría ahora por sentir las caricias que con tanto amor me prodigaba y que yo estúpidamente rechazaba porque pensaba que ya no era un niño.
Cuánta tristeza me da no haber escuchado sus consejos. ¡Yo sé lo que hago! le gritaba. Y por no escucharla, cometí un montón de errores. Ay amigo, si supieras como la extraño. Ya es tarde, pero ahora me doy cuenta de que fue mi mejor amiga.
Yo tampoco tenía tiempo, mis ocupaciones eran tantas que casi no la visitaba y cuando lo hacía, era solo por unos minutos. Sin embargo, ahora que ya no está le dedico muchísimo tiempo, pero sintiéndome culpable y miserable.
Fíjate que necio, cada vez que sentado en la tierra fría del camposanto miro su foto en el mármol gris, puedo leer las palabras que mande grabar, “Te amo” Sin embargo ella nunca las escuchó de mis propios labios. Por eso cada vez que la visito le pido a ella y a Dios que me perdonen por haber sido tan duro, por haberla tratado mal, por haberle gritado, por ser tan brusco, tan hipócrita, y por el poco afecto que le di.
Pero no hay respuesta, solo silencio y cuando una brisa acaricia mis mejillas, siento que ella me perdona y a pesar de todo se que me sigue amando con todo su corazón. Mirando a su amigo con los ojos llenos de lágrimas, le dijo: – Discúlpame, no quería avergonzarte, pero si de algo te sirve mi experiencia, conversa con ella, hoy que la tienes, valora su presencia, agradécele por las virtudes que seguro posee, deja a un lado sus errores, que de una u otra manera, forman parte de su ser.
No esperes a que ya no esté contigo, porque entonces el dolor llegará hasta lo más profundo del alma y te darás cuenta que ya nunca podrás hacer lo que dejaste pendiente, será un vacío que nunca podrás llenar.
No permitas que te pase lo que me pasó a mí. De regreso a su oficina, iba pensando en las palabras de su amigo. Cuando llegó, dijo a su secretaria: ¡Por favor, no me pase mas llamadas! Comuníqueme con mi madre y también cancele todas las citas de mi agenda, porque este día lo dedicaré a ella. “No dejes pasar este día sin decirle a tu madre TE AMO”
Cuantas veces he querido decirte madre, lo especial que eres en mi vida:
Eres el ángel maravilloso que me da paz y sabiduría, guias mi por la vida, y aunque sé que muchas veces las tormentas han azotado nuestras vidas, tú con tu serenidad siempre nos has dejado saber que todo estará bien.
Quisiera volver a mi niñez para cobijarme en tus brazos y sentir tu abrazo tierno mientras tus manos se deslizaban por mis cabellos; la vida es un sufrir, pero tú con tu fuerza y alegría nos enseñaste el paso a seguir: siempre de frente, ayudando y dando amor, pidiendo perdón cuando es necesario, y nos enseñaste siempre que las cosas más pequeñas de la vida son las que siempre tendrán un valor incalculable.
Me duele muchas veces verte llorar cuando recuerdas a tus hijos ausentes, me duele que la distancia las arrancara de tus brazos, mas sonríes cuando de ellos una noticia tienes. Madre querida, ¡cuánto te quiero! ¿Sabes que en mi vida eres uno de los pilares más fuertes, y que sin ti mi vida sería agobiante?
Es por ello que al divino padre siempre le ruego que te deje conmigo muchos años para poder mimarte, y cuidarte siempre.
No tengo suficientes palabras para poder expresarte todo mi sentir, mamá, todo cuanto te diga o regale sería poco para poder compensar el gran amor que tú me has dado.
Eres ángel de amor, eres flor en primavera, eres ternura plena.
Es por ello que con estas simples palabras quiero decirte, te quiero mucho, madre querida, y pido a Dios que siempre bendiga tu vida.
Gracias mamì por haber estado siempre a nuestro lado, y aùn sigues aquì dàndonos amor y apoyo, te amo y te extraño, pero se que desde el cielo tu nos cuidas y nos das fuerzas por continuar.. Besitos te AMO
-«Mamita, cómo hueles de rico». (Eso me dice mi pequeño de seis años con quien estoy acostada conversando). –
«Pero mi amor, a qué puedo oler si no uso lociones, ni perfumes, ni cremas? Con seguridad no huelo a nada;todo mi tiempo lo ocupo en ir a trabajar y al volver hago las tareas del hogar dejàndome un tiempito para estar contigo todos los dìas». –
«Te equivocas, mamita, hueles lindo, «HUELES A MAMÁ», me contesta sonriente. Esta respuesta me llena de emoción y me hace pensar: Es una respuesta linda, llena de amor y de ternura.
HUELES A MAMÁ, yo nunca había pensado en ese olor, no lo había llamado así, nunca supe definirlo, pero ahora sé que mi madre olìa dulcemente a mamá. HUELES A MAMÁ, cuando estás llena de ternura, de amor, de cariño. de comprensión. HUELES A MAMÁ , cuando juegas con tus hijos sin importarte qué pasó con tu arreglo. Cuando con ellos vuelves a ser niña y compartes el yoyo, la pelota y la muñeca.
HUELES A MAMÁ, cuando con ellos cantas y cuentas cuentos. Cuando escuchas sus quejas y oyes sus problemas. HUELES A MAMÁ, cuando encuentras palabras adecuadas en sus momentos tristes. HUELES A MAMÁ, cuando les dedicas todo tu tiempo cuando están enfermos, cuando vigilas su aseo personal y cuando lavas nuevamente sus zapatillas que tan pronto se ensucian. HUELES A MAMÁ, cuando les permites invitar a sus amigos, sin preocuparte cómo te dejan la casa y te sientes feliz porque estàn en lugar seguro. HUELES A MAMÁ, cuando soportas sus chanzas pesadas, cuando les hablas de su deporte favorito así tú no entiendas nada. HUELES A MAMÁ, cuando les reprendes a tiempo e impones una disciplina dulce pero firme. HUELES A MAMÁ, cuando sabes decir SÍ y cuando sabes decir NO. HUELES A MAMÁ, cuando te esmeras y preocupas por sus estudios. HUELES A MAMÁ, cuando procuras mejorar y aprender a ser mamá las veinticuatro horas del día. Mi niño me dijo que yo olía a mamá y me siento muy feliz. Ojalá todas las mujeres tuviéramos siempre ese hermoso y dulce » OLOR A MAMÁ «.
De la web
Antes de ser Mamá; me dormía tarde tan tarde como quería y jamás me preocupaban las desvelas cepillaba y cuidaba mi pelo lucia uñas largas y hermosas mi casa estaba limpia y en orden no tenía que brincar juguetes olvidados por todos lados.
Antes de ser Mamá; no me apuraba si algunas de mis plantas era venenosa ni pensaba lo peligroso de las escaleras o las esquinas de mis muebles no dejaba tiempo de consultas mensuales con el médico ni consideraba si quiera la palabra vacuna..
Antes de ser Mama; no tenía que limpiar comida del piso ni lavar hullas de pequeños deditos marcados en los vidrios dormía toda la noche y los fines de semanas eran totalmente relajados.
Antes de ser Mamá; no me entristecían los gritos de los niños en la consulta médica no tuve jamás que detener lágrimas en mis ojos una piernita que sería inyectada.
Antes de ser Mamá; yo nunca sentí un nudo en la garganta al mirar a través de unos ojos llorosos y una carita sucia no conocía la felicidad total con solo recibir una mirada no pasaba horas mirando la inocencia dormir en una cuna.
Antes de ser Mamá; nunca sentí que mi corazón se rompiera en un millón de pedazos al no poder calmar el dolor de un niño, nunca supe que algo tan pequeño podía afectar tanto a mi mundo.
Antes de ser Mamá; yo no conocía el sentimiento que provoca tener mi corazón fuera de mi cuerpo, yo no sabía que tan especial me sentiría al alimentar a un bebe hambriento ni sabía de esa cercanía inmensa entre una madre y su hijo.
Antes de ser Mamá; no imaginaba tanta calidez, tanta dulzura, tanto amor no imaginaba lo grande y lo maravilloso que sería, ni imaginaba la satisfacción de ser mamá no sabía que yo era capaz de sentir tanto, y hoy no imagino mi vida sin esa pequeña sonrisa pícara y traviesa sin esa huella de chocolate en la pared, sin ese olor a pureza, sin escuchar de unos pequeños labios esa palabra breve e inmensa a la vez Mama!!!
MANOS LAS DE MI MADRE.
Manos las de mi madre, tan acariciadoras, tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras. ¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman!
¡Las que por aliviarme de dudas y querellas, me sacan las espinas y se las clavan en ellas! Para el ardor ingrato de recónditas penas, no hay como la frescura de esas dos azucenas.
Y cuando del destino me acosan las maldades, son dos alas de paz sobre mis tempestades. Ellas son las celestes; las milagrosas, ellas, porque hacen que en mi sombra me florezcan estrellas. Para el dolor, caricias; para el pesar, unción.
¡Son las únicas manos que tienen corazón! (Rosal de rosas blancas de tersuras eternas: aprended de blancuras en las manos maternas).
Yo que llevo en el alma las dudas escondidas, cuando tengo las alas de la ilusión caídas, ¡Las manos maternales aquí en mi pecho son como dos alas quietas sobre mi corazón! ¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas! ¡Las manos de mi madre perfuman con terneza!
ALFREDO ESPINO.








