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¿QUÉ HAY DE MALO EN MI?

10 abril, 2015

¿QUÉ HAY DE MALO EN MI?

Por qué mi dolor no se ha ido aún?

A veces, cuando estás tratando de sanar tu dolor, o perdonarlo, o liberarlo, o incluso ‘aceptarlo,’ lo que en secreto estás tratando de hacer es deshacerte de él. En eso hay resistencia; violencia, incluso. No quieres que este momento sea como es. Este momento se ha convertido en tu enemigo. Quisieras ser alguien más o estar en otro lugar.

Te has dividido en dos: yo vs. mi dolor. El dolor es visto como un terrorista dentro del cuerpo, un obstáculo para la paz, un gran error cósmico. Sientes como si tu organismo estuviera en tu contra, que has fallado, que el sanar está lejos, que eres una víctima, una causa perdida. El dolor es a menudo asociado con sentimientos de fracaso, abandono y desesperación.

Pero el sanar nunca está lejos, amigo, y tú no estás perdido. Y entiende esto: el sanar no necesariamente implica la desaparición de los síntomas. ¡No! Sanar podría implicar la permanencia del dolor, en este momento. Tal vez, incluso, su intensificación.

No estás lejos de sanarte. Verás, el sanar no es un destino final, sino una invitación siempre presente a recordar lo que realmente eres. Es una invitación al amor, en cada momento de nuestras vidas. En el amor, el dolor no es atacado, sino acogido en su propio hogar. Tú no estás contenido ‘en’ el dolor, el dolor está ‘en’ ti; acogido en tu inmenso corazón. Es aceptado, incluso honrado por lo que es: una poderosa expresión de la vida misma, sin importar lo indeseable o inesperado, lo intensa o incómodo que resulte. No está fundamentalmente en tu contra, más bien se trata de una parte asustada, dentro de ti mismo, que quiere desesperadamente ser amada, incluida. No se trata de una amenaza, sino quizás, de tu más grande maestro, de tu más poderoso llamado a tu Presencia, a la vida misma.
Este es un amor firme, sin duda. Una invitación muy antigua a soltar todos los sueños con respecto a cómo debía lucir este día, y honrar la forma en como se ha presentado. Una invitación a ser inmenso, lo suficientemente inmenso como para recibir a la alegría y al dolor, a la decepción y a la alegría, al aburrimiento y a lo divertido de la vida. Y tal vez una invitación a la gratitud, por la vida que has llevado, por cada precioso aliento, por el alimento que se te ha dado, por la capacidad de amar, de perdonar, de conectarte, por ser capaz de encontrar el descanso, incluso en los momentos más oscuros.
Quizás tu dolor contiene tu propia medicina, las tan necesitadas enseñanzas de serenidad, Presencia, y de no dar nada por sentado. No te apresures a etiquetarlo como algo ‘negativo’ y a buscar su trascendencia. Aquí hay una invitación para ser un poco más amable con él, sin importar lo cegadora que resulte su apariencia. No galopes hacia su aniquilación, más bien ve un poco más despacio, sé curioso, siente su fuego, su dignidad está en su ferocidad. Tu dolor podría desaparecer mañana. Eso es posible, aunque la intención no es aferrarnos a la esperanza. Estamos interesados sólo en la verdad, ahora; el dolor exige la verdad. Así que por hoy, honremos nuestro dolor, por el tiempo que permanezca aquí.
La Presencia es la medicina más poderosa, independientemente de la medicina que estemos tomando o no a la hora de buscar algún tipo de comodidad física. En Presencia, dejamos de ser las víctimas, porque nos hemos alineado con ‘lo que es’, nos hemos puesto del lado de la vida. Y de eso se trata la verdadera sanación. De aceptar el Ahora.
Jeff Foster

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Estoy Cansado

9 abril, 2015

«ESTOY CANSADO» Estoy cansado de trabajar y de ver a la misma gente, camino a mi trabajo todos los días. Llego a la casa y mi esposa sirvió lo mismo de la comida para cenar. Voy a entrar al baño y mi hija de apenas año y medio no me deja porque quiere jugar conmigo, no entiende que estoy cansado. Mi Padre también me molesta algunas veces y entre clientes, esposa, hija, padre, me vuelven loco, quiero paz. Lo único bueno es el sueño, al cerrar mis ojos siento un gran alivio de olvidarme de todo y de todos.- Hola, vengo por ti.- ¿Quién eres tu? ¿Cómo entraste?- Me manda Dios por ti. Dice que escuchó tus quejas y tienes razón, es hora de descansar.- Eso no es posible, para eso tendría que estar…- Así es, si lo estas, ya no te preocuparás por ver a las mismas gentes, ni de aguantar a tu esposa con su guisos, ni a tu pequeña hija que te moleste, ni escucharas los consejos de tu padre.

– Pero…que va a pasar con todo ?? con mi trabajo ??- No te preocupes, en tu empresa ya contrataron a otra persona para ocupar tu puesto y por cierto, esta muy feliz por que no tenia trabajo.- Y mi esposa y mi bebé ?? – A tu esposa le fue dado un buen hombre que la quiere, respeta y admira por sus cualidades y acepta con gusto todos sus guisos sin reclamarle nada. Y además, se preocupa por tu hija y la quiere como si fuera suya y por muy cansado que siempre llegue del trabajo, le dedica tiempo para jugar con ella y son muy felices.- No, no puedo estar muerto.- Lo siento, la decisión ya fue tomada.- Pero…eso significa que jamás volveré a besar la mejillita de mi bebé, ni a decirle te amo a mi esposa, ni darle un abrazo a mi padre.NO, NO QUIERO MORIR, QUIERO VIVIR, envejecer junto a mi esposa, NO QUIERO MORIR TODAVIA…. – Pero es lo que querías, descansar, ahora ya tienes tu descanso eterno, duerme para SIEMPRE. – NO, NO QUIERO, NO QUIERO, POR FAVOR DIOS….!!!! – ¿Qué te pasa amor?, ¿tienes una pesadilla?, – dijo mi esposa despertándome. – No, no fue una pesadilla,fue otra oportunidad para disfrutar de ti, de mi bebé, de mi familia, de todo lo que Dios creo.¿Sabes?, estando muerto ya nada puedes hacery estando vivo puedes disfrutarlo todo.

 

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Baila Lento

6 abril, 2015

«BAILA LENTO»

¿Alguna vez te quedaste quieto observando a los niños jugar?¿Alguna vez percibiste largo tiempo el chisporroteo de la lluvia chocando contra el suelo?¿Alguna vez seguiste a una mariposa en su errático vuelo?¿Cuánto hace que no admiras cómo el sol se desvanece poco a poco dando paso a la noche?Detente. No bailes tan deprisa. El tiempo es corto y la música no durará eternamente.

Cuando te preguntas «¿Quién soy?» ¿Escuchas la respuesta?
Cuando te preguntas «¿Qué quiero? ¿Haces algo en consecuencia?
Cuando te preguntas «¿A quién quiero?» ¿Te lo callas o se lo dices?
Cuando el día acaba, ¿reposas por fin… o te recuestas en tu cama y no te das un instante de paz dejando que miles de murmullos corran por tu cabeza?
Detente. No bailes tan deprisa. El tiempo es corto y la música no durará eternamente.

¿Alguna vez le has dicho a tu hijo: «lo haremos mañana», y en tu apatía, no has sido capaz de percibir su tristeza?
¿Alguna vez has perdido el contacto, y has dejado una buena amistad morir porque jamás tuviste tiempo para llamar y decir: «Hola amigo, ¿cómo estás?»?
Detente. No bailes tan deprisa. El tiempo es corto y la música no durará eternamente.

Cuando corres demasiado rápido para llegar a alguna parte, te pierdes la mitad de la diversión que supone llegar hasta allí.
Cuando te preocupas y te apuras durante el día, es como si mandases a la basura, sin estrenar, un maravilloso regalo que no se le concede a todos.
La vida no es una carrera, así que recorre el camino un poco más lentamente, escucha la música que la vida tiene para ti más a menudo y detente y entiende y aprende y valora todo cuanto te rodea, antes de que la canción termine para siempre.

D/A

 

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La Maleta

20 marzo, 2015

 La Maleta 

Un hombre murió. Al darse cuenta vio que se acercaba Dios y que llevaba una maleta consigo. Y Dios le dijo: – Bien hijo es hora de irnos. 

El hombre asombrado preguntó: – Ya? Tan pronto? Tenía muchos planes…. – Lo siento pero es el momento de tu partida. – Que traes en la maleta? preguntó el hombre. Y Dios le respondió, – Tus pertenencias!!!… – 

Mis pertenencias? Traes mis cosas, mi ropa, mi dinero? Dios le respondió: – Eso nunca te perteneció, eran de la tierra. – Traes mis recuerdos? – Esos nunca te pertenecieron, eran del tiempo. – Traes mis talentos? – Esos no te pertenecieron, eran de las circunstancias. – Traes a mis amigos, a mis familiares? – Lo siento , ellos nunca te pertenecieron, eran del camino. – Traes a mi mujer y a mis hijos? – Ellos nunca te pertenecieron, eran de tu corazón. – Traes mi cuerpo? – Nunca te perteneció, ese era del polvo. – Entonces traes mi alma? -No! Esa es mía. Entonces el hombre lleno de miedo, le arrebató a Dios la maleta y al abrirla se dio cuenta que estaba vacía….. 

Con una lágrima de desamparo brotando de sus ojos, el hombre dijo: – Nunca tuve nada? – Así es, cada uno de los momentos que viviste fueron solo tuyos. La vida es solo un momento… !! Un momento solo tuyo!!! Por eso, mientras estés a tiempo disfrútalo en su totalidad. Que nada de lo que crees que te pertenece te detenga…. Vive el ahora! Vive tu vida…!!! Y no te olvides de SER FELIZ, es lo único que realmente vale la pena! 

Las cosas materiales y todo lo demás por lo que luchaste, se quedan aquí­! NO TE LLEVAS NADA! Valora a quienes te valoran, no pierdas el tiempo con alguien que no tiene tiempo para ti. Regala esta hermosa reflexión a todos los que quieras en este mundo y disfruta cada segundo qué vivas. Eso es lo que te vas a llevar. 

«LA MUERTE NO LLEGA CON LA VEJEZ, SINO CON EL OLVIDO.» 
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

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No existen los malos augurios.

17 marzo, 2015

No existen los malos augurios.

Lo que hemos llamado «mal augurio» en realidad no existe así que no necesitas estar cuidándote de evitar que los gatos negros se crucen en tu camino ni de las escaleras o resquebrajaduras en la banqueta al caminar. Incluso un viernes 13 puede ser EL MEJOR DÍA DE TU VIDA.

Y lo será si eliges ver todo lo que hay en tu vida como un milagro y eso incluye el crecimiento del pasto, el pasar de una nube, la sonrisa de alguien que pasa frente a ti y… tu propio latir de corazón.

Vive hoy el milagro que es la Vida y deja de preocuparte de «malos augurios». Recuerda que nada es malo a menos que tú pienses que así lo es.

(William Shakespeare)

¡Que los ángeles acompañen tu camino!

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SI LAS MUJERES ENTENDIÉRAMOS…

14 marzo, 2015

SI LAS MUJERES ENTENDIÉRAMOS…

Si las mujeres entendiéramos…

Que los hombres también tienen miedos, aunque les cueste mostrarlos.

Que hay emoción en el ruido de un motor o en el grito de un gol.

Que valoran mucho más las sonrisas que tres kilos menos. Lo abrumador de ser el sostén económico de una familia. Lo que es tener que ser valiente, poderoso y exitoso a toda hora. Lo molestas que son las comparaciones con “el marido/novio de». La necesidad que tienen de un abrazo que no siempre saben pedir. Lo difícil que es comprender lo que nunca les han enseñado. Las lágrimas que no se atreven ni permiten llorar.

Que ellos también pasan noches sin dormir.

Que necesitan silencio como nosotras charla.

Que no andan por la vida pensando en cómo lastimarnos.

Que son mucho más vulnerables de lo que su altura y músculos dirían.

Que piensan y razonan diferente pero sienten muy parecido.

Que demuestran sentimientos como pueden o como aprendieron.

Si las mujeres entendiésemos todo esto, si lográsemos mirar más allá de algunos olvidos, si nos diéramos cuenta de que no hay todos son iguales, si pudiésemos sentir que para ellos la mejor demostración de Amor es habernos elegido, si las mujeres bajáramos un poquito la guardia, los reproches y tantos reclamos, si pudiéramos incrementar las sonrisas, la alegría y la pasión, y si los dejáramos hacer sin tanto mandato ni expectativa, comprenderíamos que somos lo que le da sentido a sus vidas, que nos necesitan, a sus mujeres, novias, madres, hijas, hermanas o amigas.

Al final del día, donde se acaban las bromas, donde no hay público ni formas, donde solo queda un hombre y sus latidos, ahí estamos nosotras…con el que cada una eligió, con el que cada una fue elegida.
D/A

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Un Rey Rico y Poderoso

1 marzo, 2015

Había una vez un rey rico y poderoso, dotado de gran inteligencia, y aún mayor soberbia. 

Tal era su orgullo, que nadie le parecía un rival digno para disfrutar de su afición favorita, el ajedrez, e hizo correr la voz de que daría la décima parte de sus riquezas a quien mostrará tener la dignidad suficiente.

En cambio, si el rey no lo consideraba digno, sería decapitado de inmediato. Muchos arriesgaron sus vidas desafiando al orgulloso rey. Fueran ricos o pobres, torpes o inteligentes, el rey los encontraba siempre indignos, pues o no eran sabios jugadores, o no podían rivalizar con su poder.

Con el tiempo, desaparecieron los temerarios rivales, y el rey comprobó satisfecho que no había en la tierra nadie digno de enfrentarse a él. Años después, un pobre mendigo se acercó a palacio con la intención de jugar contra el rey.

De nada sirvieron las palabras de aquellos con quienes se cruzó, que trataban de evitarle una muerte segura, y conseguió llegar al rey, quien al ver su harapiento aspecto no podía creer que a aquel hombre se le hubiera pasado por la cabeza ser un digno rival suyo. –

¿Qué te hace pensar que eres digno de enfrentarte a mí, esclavo?- dijo el rey irritado, haciendo llamar al verdugo. – Que te perdono lo que vas a hacer. ¿Serías tú capaz de hacer eso?- respondió tranquilo el mendigo. El rey quedó paralizado. Nunca hubiera esperado algo así, y cuanto más lo pensaba, más sentido tenían las palabras de aquel hombre. Si le condenaba a muerte, el mendigo tendría razón, y resultaría más digno que él mismo por su capacidad para perdonar; pero si no lo hacía, habría salido con vida, y todos sabrían que era un digno adversario…

Sin haber movido una ficha, se supo perdedor de la partida. – ¿Cómo es posible que me hayas derrotado sin jugar? Juegue o no juegue contigo, todos verán mi indignidad.- dijo el rey abatido. – Os equivocáis, señor. Todos conocen ya vuestra infamia, pues no son las personas las indignas, sino sus obras. Durante años habéis demostrado con vuestras acciones cuán infame e injusto llegásteis a ser tratando de juzgar la dignidad de los hombres a vuestro antojo. El rey comprendió su deshonra, y arrepentido de sus crímenes y su soberbia, miró al mendigo a los ojos. Vio tanta sabiduría y dignidad en ellos, que sin decir palabra le entregó su corona, y cambiando sus vestidos, lo convirtió en rey. Envuelto en los harapos de aquel hombre, y con los ojos llenos de lágrimas, su última orden como rey fue ser encerrado para siempre en la mazmorra más profunda, como pago por todas sus injusticias. Pero el nuevo rey mostró ser tan justo y tan sabio, que sólo unos pocos años después liberó al anterior rey de su castigo, pues su arrepentimiento sincero resultó el mejor acompañamiento para su gran inteligencia, y de sus manos surgieron las mejores leyes para el sufrido reino.
D/A

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Más allá del ruido las palabras.

28 febrero, 2015

 

Más allá del ruido las palabras.El escuchar es un arte que no se obtiene fácilmente, pero en él hay belleza y gran comprensión. Escuchamos con distintas intensidades de nuestro ser, pero nuestro escuchar es siempre con una idea preconcebida o desde un punto de vista particular.

No escuchamos simplemente; se interpone siempre la pantalla de nuestros propios pensamientos, de nuestras conclusiones, de nuestros prejuicios […]. Para escuchar tiene que haber quietud interna, una atención relajada; hay que estar libre del esfuerzo de adquirir.

Este estado alerta y, no obstante, pasivo, puede escuchar lo que está más allá de la conclusión verbal. Las palabras confunden; son sólo medios exteriores de comunicación; pero para comunicarnos más allá del ruido de las palabras, en el escuchar tiene que haber una pasividad alerta. Los que aman pueden escuchar; pero es extremadamente raro encontrar a alguien que escuche. Casi todos vamos tras de resultados, queremos alcanzar metas; estamos siempre venciendo y conquistando; en consecuencia, no escuchamos. Sólo cuando uno escucha, oye la canción profunda de las palabras.

Escuchar sin el pensamiento No sé si alguna vez ha escuchado a un pájaro. Escuchar algo requiere que su mente esté quieta; no con una quietud mística, sino simplemente quietud. Yo le estoy diciendo algo; para escucharme, usted tiene que estar quieto, no tener toda clase de ideas zumbando en su mente. Cuando mira una flor mírela, no la nombre, no la clasifique, no diga que pertenece a tal especie; cuando hace todo esto, deja de mirarla. Por eso digo que escuchar es una de las cosas más difíciles que hay: escuchar al comunista, al socialista, al diputado, al capitalista, a cualquiera, a su esposa, a sus hijos, a su vecino, al conductor del autobús, al pájaro… simplemente, escuchar. Sólo cuando escucha sin la idea, sin el pensamiento, está usted directamente en contacto; estando en contacto, sabrá si lo que él está diciendo es verdadero o falso; no tendrá que discutir al respecto. El escuchar trae consigo libertad Cuando hacemos un esfuerzo para escuchar, ¿estamos escuchando? Ese esfuerzo mismo, ¿no es una distracción que impide el escuchar? Cuando usted escucha algo que le causa deleite, ¿hace un esfuerzo? […]. No podemos percibir la verdad, ni ver lo falso como falso, mientras nuestra mente está ocupada, de cualquier forma que sea, con el esfuerzo, la comparación, la justificación o la condena […]. El escuchar es, en sí mismo, una acción completa; el puro acto de escuchar trae su propia libertad. Pero ¿estamos realmente interesados en escuchar, en transformar nuestra confusión interna? Si usted escuchara… en el sentido de estar alerta a sus conflictos y contradicciones, sin forzarlos dentro de ningún patrón particular de pensamiento, tal vez estos conflictos y estas contradicciones podrían cesar por completo. Vea, estamos constantemente tratando de ser esto o aquello, de lograr un estado especial, de capturar una clase de experiencia y de evitar otra, de modo tal que la mente está siempre ocupada con algo; jamás está quieta para escuchar el ruido de sus propias luchas y dificultades. Sea sencillo… y no trate de llegar a ser alguna cosa o de capturar alguna experiencia.
Escuchar sin esfuerzo Ahora me está usted escuchando; no hace un esfuerzo para prestar atención, sólo está escuchando; y si en lo que escucha hay verdad, hallará que dentro de usted ocurre un cambio notable, un cambio no premeditado ni ansiado; tiene lugar una transformación, una revolución completa en la que rige sólo la verdad y no las creaciones de su mente. Y, si me permite sugerirlo, usted debe escuchar de esa manera todo; no sólo lo que estoy diciendo, sino también lo que dicen otras personas, escuchar a los pájaros, el silbato de una locomotora, el ruido del autobús que pasa. Encontrará que cuanto más lo escucha todo, mayor es el silencio, y ese silencio no es roto, entonces, por el ruido. Sólo cuando ofrece resistencia a algo, cuando coloca una barrera entre usted mismo y aquello que no desea escuchar, sólo entonces existe una lucha.
Escúchese a sí mismo Usted tiene que escucharse a sí mismo y no al que le habla. Si escucha al que le habla, él se vuelve su líder, su método para comprender, lo cual es un horror, una abominación, ya que así ha establecido la jerarquía de la autoridad. Por lo tanto, lo que usted hace aquí es escucharse a sí mismo. Está mirando el cuadro que pinta el que le habla; ése es su propio cuadro, no el de él. Si eso está bien claro, que usted se está mirando a sí mismo, entonces puede que diga: «Bien, me veo tal como soy, y no quiero hacer nada al respecto», y ahí se termina la cosa. Pero si dice: «Me veo tal como soy, y tiene que haber un cambio», entonces comienza a elaborar su propia comprensión, lo cual es por completo diferente de aplicar lo que dice el que le habla […]. Si, en cambio, mientras uno está hablando usted se escucha a sí mismo, gracias a ese escuchar hay claridad, hay sensibilidad; ese escuchar hace que la mente se sane, se fortalezca. Sin obedecer ni resistir, se torna despierta, intensa. Únicamente un ser humano así puede dar origen a una nueva generación, a un mundo nuevo.
J. Krishnamurti

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SEA FELIZ A TIEMPO.

21 febrero, 2015

SEA FELIZ A TIEMPO.

 Cuenta la leyenda que un hombre oyó decir que la felicidad era un tesoro. A partir de aquel instante comenzó a buscarla. 

Primero se aventuró por el placer y por todo lo sensual, luego por el poder y la riqueza, después por la fama y la gloria, y así fue recorriendo el mundo del orgullo, del saber, de los viajes, del trabajo, del ocio y de todo cuanto estaba al alcance de su mano. 

En un recodo del camino vió un letrero que decía : «Le quedan dos meses de vida» Aquel hombre, cansado y desgastado por los sinsabores de la vida se dijo:

 » Estos dos meses los dedicaré a compartir todo lo que tengo de experiencia, de saber y de vida con las personas que me rodean». Y aquel buscador infatigable de la felicidad, sólo al final de sus días, encontró que en su interior, en lo que podía compartir, en el tiempo que le dedicaba a los demás, en la renuncia que hacía de sí mismo por servir, estaba el tesoro que tanto había deseado. 

Comprendió que para ser feliz se necesita amar; aceptar la vida como viene; disfrutar de lo pequeño y de lo grande; conocerse a sí mismo y aceptarse así como se es; sentirse querido y valorado, pero también querer y valorar; tener razones para vivir y esperar y también razones para morir y descansar. Entendió que la felicidad brota en el corazón, con el rocío del cariño, la ternura y la comprensión. Que son instantes y momentos de plenitud y bienestar; que está unida y ligada a la forma de ver a la gente y de relacionarse con ella; que siempre está de salida y que para tenerla hay que gozar de paz interior. Finalmente descubrió que cada edad tiene su propia medida de felicidad y que sólo Dios es la fuente suprema de la alegría, por ser ÉL: amor, bondad, reconciliación, perdón y donación total. Y en su mente recordó aquella sentencia que dice:»Cuánto gozamos con lo poco que tenemos y cuanto sufrimos por lo mucho que anhelamos». 
Compartiendo con la familia y los seres amados, es donde encontramos la verdadera felicidad, lo demás viene por añadidura. Dios los bendiga.

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Los tres pilares de una relación perfecta .

14 febrero, 2015

 

Los tres pilares de una relación perfecta .

Quizás te preguntes los ingredientes de una relación ideal y estés confundido entre el grado de atracción física y las cualidades de la persona. En realidad los tres pilares de una relación perfecta son: amor, sexo y romanticismo.

¿Cómo es eso Edgar?

El amor es conocer a tu pareja. Sabes porqué actúa como actúa y la quieres como es. Sin querer cambiarla. Es aprender a tenerle cariño a su vida. El amor es más espiritual.

Pero cuando no existe sexo satisfactorio o atracción sexual, llega el aburrimiento y la falta de emoción. Y se origina la ruptura amorosa.

¿Y si no he tenido relaciones? Un buen indicador es la atracción física que sientes por tu pareja. Lo que disfrutes besarla y acariciarla. He escuchado amigas que me dicen “No me gusta mi novio, pero me cae bien”. Es el caso típico, en que hay un poco de amor, pero no existe la emoción de las caricias y los besos.

Esa relación está destinada a fracasar tarde o temprano, por la necesidad de sentir la emoción del sexo. Esa vocecita va a gritar molesta por esa necesidad, hasta que acabe por incomodarte y gritarte. Vas a tener que dejar a tu pareja si no te emociona sexualmente.

Existen matrimonios que sobreviven sin él. Alguna vez le preguntaron a la cantante Paquita la del Barrio como era la intimidad con su pareja que murió, y que había sido inspiración de algunas de sus canciones: “Ya no había intimidad –respondió con tristeza – pero con el amor que yo sentía por él, con eso me bastaba”.

Sin la emoción del sexo, ninguna pareja puede sentirse plena. Pero puede sobrevivir. El ingrediente más importante en una relación de pareja es el amor.

Una relación que se basa solo en la emoción del sexo, está destinada a fracasar también. Tener intimidad sin amor, lleva a sentir vacío. Es como una droga de efectos embriagantes al momento del acto o las caricias. Pero después, el efecto secundario es de vacío. Tu vocecita interior va a seguir diciéndote “basta, necesito algo emocional” hasta gritarte y que no tengas más remedio que escucharla. Vas a tener que dejar a tu pareja para sentir la emoción del amor.

El tercer ingrediente es el romanticismo. Si eres afortunado, y el dúo dinámico, amor y sexo, llenan tu vida, estás a un paso de tener una relación ideal. Pero falta el tercer mosquetero: el romanticismo.

¿Qué significa romanticismo para un hombre y para una mujer? Para las chicas, que un hombre le lleve rosas, se acuerde de los aniversarios, le abra la puerta del coche, le arrime la silla cuando se vaya a sentar. Le sirva la bebida cuando están a la mesa. Que le diga lo atractiva que se ve.
Nunca me ha dejado de impresionar que las mujeres me digan que les sorprende que les arrime la silla y esté atento a servirles la bebida cuando la necesitan, aunque solo sean mis amigas “ya no hay hombres así”.
Si eres hombre, aplica estos detalles con las mujeres. Te sorprenderás como yo de sus comentarios.
También les encanta que las lleves de compras. Puedo ver las caras de felicidad de las mujeres al escribir esto. También los pucheros de desagrado de los hombres. Lo se. Pero las chicas me han confesado que no hay nada que les suba más los ánimos que llevarlas de compras.
¿Qué considera romántico un hombre? Que lo admires. Que lo elogies. Que lo apoyes en sus sueños. En el fondo, los hombres hacemos cosas movidos por el deseo de agradarle a una mujer. Si compramos un coche, pensamos en la admiración que despertaremos en las chicas. Si obtenemos un ascenso en nuestro trabajo, pensamos en lo que nos dirá nuestra pareja.
Por eso mujer, lo más anti-romántico que puedes hacer por un hombre, es decirle que es un fracasado. Que no gana lo suficiente. Que tiene que “echarle ganas”. Que lo critiques y señales sus defectos “por su bien”. No importa que lo hagas porque te consideres sincera, o para que mejore. Ninguna crítica jamás ha servido para mejorar a ningún hombre. Pero sí para hacerlo sentir menos y destruir su deseo de triunfar. Así de simple. ¿O acaso ha mejorado con tus críticas? Piensalo.
Por eso una mujer tiene el poder de elevar a un hombre o llevarlo al fracaso. Si elogias las pocas cosas positivas que veas en él, se va a sentir grande y va a mejorar automáticamente sus aspectos débiles.
Hay mujeres que compiten con un hombre. Tratan de demostrarle que hacen mejor las cosas que ellos.
Un hombre que se siente acribillado por críticas o una mujer competidora, tenderá a sentirse menos y dejará a su pareja por alguien que sí lo impulse. Punto.
Buscará amantes si ya es casado. O se abandonará así mismo, convencido que es un fracasado y así actuará el resto de su vida.
La mayoría de las discusiones en la pareja se deben a la falta de comprensión del romanticismo. Si una mujer entiende que destruye a un hombre si lo critica o presiona por que no gana suficiente dinero, deja de hacerlo. Lo motiva y ve con él que cosas pueden hacer juntos para obtener dinero. Si el hombre comprende la necesidad de su pareja de sentirse una dama, con detalles como unas flores rojas y arrimarle la silla, de decirle lo guapa que está, lo hace.
Cuando comprendas lo importante del romanticismo, la mayoría de tus discusiones de pareja desaparecerán.
El romanticismo por si solo, sin amor y sexo, no puede lograr mucho. Es el caso de las mujeres que tienen un pretendiente que es muy atento con ellas, aunque no les llama la atención. Se preguntan si será bueno darle una oportunidad. Pero cuando lo aceptan, se dan cuenta que no les gusta ni a patadas (atracción sexual) y que no sienten cariño hacia su vida y no lo aceptan como es (amor).
A este hombre, lo dejan más que rápido.
Una relación perfecta es como una mesa con tres patas: amor, sexo y romanticismo.
No hay nada más hermoso que reúnas estos tres ingredientes en una relación de pareja. Yo alguna vez lo experimenté, y en verdad es lo más hermoso que puedes sentir. La energía y la emoción que dan a tu vida no tienen comparación con ningún otro placer.
La mesa puede mantenerse de pie tambaleante con una sola pata: la del amor. Pero en ningún caso con cualquiera de las otras dos, romanticismo y sexo, si no hay amor.
Y tu relación ¿Cuántas patas tiene?
Espero que la comprensión de estos ingredientes te ayude a ser más feliz en tu relación de pareja.
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