Cuando te sientas mal:
– No abandones la esperanza. La esperanza te da la fuerza para seguir adelante cuando sientas que ya nada te importa. – Nunca dejes de creer en Dios. Mientras creas que puedes lograrlo, tendrás un motivo para intentarlo.
– No dejes que nadie retenga tu felicidad en sus manos; sujetala en las tuyas para que siempre esté cerca de ti.
– No esperes que lo que deseas venga a ti. Búscalo con toda tu alma, sabiendo que la vida te encontrará a la mitad del camino.
– No sientas que has perdido cuando tus planes y sueños no alcanzan a cumplir tus anhelos.
– Cada vez que aprendes algo nuevo sobre ti o sobre la vida, has avanzado.
– No hagas nada que disminuya tu propio respeto. El estar satisfecho con uno mismo es esencial para estar satisfecho con la vida.
– Nunca te olvides de reír ni dejes que el orgullo te impida llorar. Cuando reímos y lloramos es cuando vivimos a plenitud.
Recuerda que la risa es vida y salud y llorar lava nuestra alma.
Cèsar Lozano