EL NACIMIENTO DEL CRISTO NIÑO EN EL CORAZÓN

“El Sol Viviente está en nuestro corazón”.

Esta es una ‘clave’ que siempre se ha revelado a lo largo de los milenios de la historia del hombre sobre la Tierra. Ese “Sol en el corazón” del hombre es un destello de la Luz Espiritual del Sistema Solar, que está siempre presente, en todas las criaturas dentro de su esfera de influencia.

LA PRESENCIA de la Vida es “una única Esencia de Vida Universal que es proyectada en las creaciones menores, materiales, por una Gran Conciencia Solar. Es por ello que el “SOL” ha sido un símbolo de lo Divino para tantas culturas y civilizaciones a lo largo de los milenios.

El Sol Viviente está en nuestro corazón porque nada hay que pueda llamarse “VIDA” que no esté iluminado por un destello vibrante del Sol Central de un Sistema.

Los humanos que aún no han despertado a la conciencia de la Luz espiritual, tienen una vida a oscuras, sumida en la vibración de las ‘tinieblas’, en la densa ‘niebla’ de la materia astral y física.

La materia física-etérica, astral, y mental debe sutilizarse a través de un proceso alquímico de PURIFICACIÓN para que el Sol Viviente que “ya existe” en el plexo cardíaco pueda ir poco a poco revelándose con todo el poder transparente de su Luz, para que su Paz, Amor y Unidad pueda expresarse en y a través de los planos físico, astral y mental del hombre.

A este proceso de “Purificación-Iluminación” lo podemos interpretar como “el nacimiento del Cristo Niño en el corazón”, y el consecuente y complejo proceso de maduración del Cristo nacido.

Isabel García García

Puntos de Luz