Aprendizajes de vida

Emociones destructivas y constructivas

4 octubre, 2016

Emociones destructivas y constructivas

Es fácil de comprender: el amor crea, el miedo destruye. Tú eliges.

A menudo las emociones pueden desbordarse, o bien aquietarse como si nada ocurriese.

La clave es usar la visión del observador interno, saber qué estamos sintiendo, conocer qué emociones estamos postergando. ¿queremos hacer un viaje y lo dejamos siempre para lo último? ¿quieres comenzar a cambiar la alimentación y lo dejas pasar y pasar? ¿le has dicho a alguien de quedar a cenar y pasan los meses y no lo haces? Muchas emociones esperan a ser exploradas.

Estamos frente a un mundo de emociones todo el tiempo. El gran problema actual es que dedicamos mucho tiempo a trabajar y realizar rutinas fijas, pero el alma pide emociones. El corazón del alma está hecho para sentir y cuando sentimos es cuando más vivos estamos.

Las emociones se expanden como brisa de verano como si volásemos por dentro. Muchas veces sucede lo contrario, una persona se cierra y la perla está dentro de una caparazón dura y rígida no brilla.

Si vivimos cubriendo las emociones, el alma y la espiritualidad con un caparazón de razón y distanciamiento vamos camino a la pérdida de plenitud.

El corazón no se gasta. Nadie se cansa de amar porque es un reciclaje, una batería, un motor de vida.

Necesitamos cultivar las emociones elevadas, el buen humor, la confianza, la entrega, la serenidad, el ímpetu creativo, la palabra, el entendimiento, las buenas melodías, la ternura, la pasión, la sexualidad alquímica, el entusiasmo…cada uno está lleno de estas perlas espirituales relucientes que sólo quieren ser usadas, quieren salir a la superficie.

Pregúntate si exhibes tus emociones o las escondes por temor a que te las roben. Pregúntate si has hipotecado tus sueños en pos de lo aparentemente seguro sin animarte a arriesgar. El alma tiene que manifestarse, traspasando toda coraza emocional con la fuerza de la voluntad, del poder interior personal y el anhelo de la gloria llamada felicidad personal. Porque la gente que no saca a la superficie sus emocione siempre se transforma en una persona crítica. La gente que no brilla internamente tiene un común denominador: se pasan la vida criticando a los que brillan.

El mensaje para una persona que busca rediseñar su vida es que rompas los caparazones y te animes a ver por tus ojos esa esencia que llevas dentro que está en todas partes. Recuerda que lo mejor que te puede pasar es que tu coraza, tu caparazón se rompa, allí te encontrarás cara a cara con quien eres realmente, la perla que ha estado allí marea tras marea, día a día esperando ser descubierta de las profundidades y exhibida en la superficie. Igual que una flor que está desnuda y expuesta y mostrando toda su grandeza. Sí hay peligros pero la flor confía en su destino: florecer, mostrar su perfume, exhibir su belleza, realizarse a si misma. Igual que la flor, ese es nuestro destino también.

Del libro “Rediseña tu vida”

Guillermo Ferrara.

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