Honro a mi madre, abuela, bisabuela, tatarabuelas y así, al extenso linaje matrilineal de nuestras ancestras.
En el útero de mi abuela ya se encontraba mi información genética, al igual que los óvulos con los que cuenta mi cuerpito en este momento presente ya existían cuando yo estaba en la pancita de mi madre ya que los ovocitos se forman a las 2-4 semanas de gestación.
Por tanto, ya me encontraba en la pancita de mi abuela, al igual que su hija se encontraba en la de mi mamá.
Todo un intrincado entretejido de vida.
Te amo y te honro, mamá. A ti y a todas las que llegaron antes que yo Gracias Gracias Gracias
Las honro y las bendigo, gracias por este existir gracias por estar en mi vida y ser parte de mi Créditos: Maya Medicina Ancestral