Reflexión.
• Las señales que no vemos
— Sobre las oportunidades que se pierden. —
Dijo un niño:
– Dios, habla conmigo.
Y entonces una alondra del campo cantó, pero el niño no la escuchó.
El niño exclamó:
– ¡Dios, háblame!
Y un trueno resonó por todo el cielo, pero el niño no lo escuchó.
El niño miró a su alrededor y dijo:
– Dios, déjame mirarte.
Y una estrella se iluminó, radiante, pero el niño no se dio cuenta.
Y el niño gritó de nuevo:
– ¡Dios, muéstrame un milagro!
Y una vida nació de un huevo, pero el niño no lo notó.
Llorando desesperadamente, dijo:
– Tócame, Dios, para saber que estás conmigo.
Dios se inclinó y tocó al niño. Pero él se sacudió la mariposa.
Autor: Lopera & Bernal.
Muchas veces las cosas que pasamos por alto son aquellas que hemos estado buscando. Cuando se le presta atención, la vida nos ofrece señales asombrosas.
Aprende a hacer caso de las señales que se encuentran en el camino.