𝗟𝗟𝗘𝗡𝗔𝗡𝗗𝗢 𝗩𝗔𝗖𝗜́𝗢𝗦
Otra manera de habitarnos
Hay vacíos que,
por no saber cómo llenarlos,
terminan ocupados
desde afuera…
por personas,
cosas,
tareas
o ruido.
Y al principio,
parece que ayudan.
Pero, con el tiempo,
incomodan.
No porque esos “rellenos” sean malos,
sino porque ocupan lugares
que no les pertenecen,
que no encajan con quienes somos.
Es que hay espacios que son solo nuestros.
Profundos.
Silenciosos.
Necesarios.
No para personas, objetos ni distracciones.
Sitios profundos, vacíos
que solo pueden llenarse
desde adentro,
y a su tiempo.
No a la fuerza.
No con lo que venga.
Porque hay vacíos
que no precisan ser tapados.
Piden ser habitados.
Las personas, quieren ocuparlo, por personas
que una vez estuvieron, pero se alejaron, ya esas
personas no tienen cabida en tu vida…si se van es por algo
no los vuelvas aceptar…
LLÉNATE DE AMOR PROPIO…y verás personas mejores que llegarán
a tu vida.
Autor Juan A. Currado




