“Nunca te enamores de una mujer que ame a los perros con locura.
Porque no es broma, está loca. Ella cree fielmente en el amor verdadero y no renunciará a eso.
Ella sabe que cuando regresa a casa, luego de una difícil jornada de trabajo, la espera un amor incondicional, el cual la recibirá con felicidad y la besará efusivamente.
Ella está convencida de que un paseo al aire libre en un día soleado o bajo la lluvia, es felicidad pura. Cree firmemente que su compañero la ama y puede protegerla ferozmente, siempre.
Ella ama escuchar los sonidos del silencio con la respiración de su mejor amigo como única música. Ella puede enseñarte como encontrar paz en una simple caricia o en una mirada. Siente que la fidelidad no es un peso, sino algo natural, lógico y sobreentendido.
No debes enamorarte de una mujer que ama a los perros con locura. Ella comprende cuando las cosas no están bien antes de decírselo, debido a su sexto sentido pero en especial, por su sensibilidad extrema.
Puede ser dulce como un cachorro y luchadora como una loba… Ha descubierto sentimientos en sus perros, los cuales le recuerdan a los cuentos que leía de pequeña; tan nobles e ideales… y ella pretende encontrarlos en un hombre.
Esa mujer definitivamente está loca y es capaz de poner en riesgo su integridad por los animales que ama. Puede empezar a reír de la nada y conversar en la comunión de las miradas a la hora de la siesta. No debes enamorarte de una mujer así, porque conoce todo acerca de la reciprocidad, la entrega, la nobleza, la fidelidad, y el sentimiento puesto en demostraciones sin límites o en largas quietudes.
Además, siempre será un poco ridícula y desaforada. No le importan los pelitos en su ropa, son como pequeños trofeos y motivo de orgullo. Llorará muchísimo cuando su perro se vaya y deberás respetar su duelo. Su prioridad será el bienestar de sus hijos peludos en todo momento, incluso en las vacaciones. Tendrá en sus perfiles y teléfonos un 99 % de fotos de su pequeño… Y probablemente, ninguna tuya. Su intensidad hará que si te enamoras de ella, no puedas olvidarla, aunque la dejes. Ella tiene alma de madre aunque no lo sea y posee un gran instinto de protección. Pedirá todo porque cuando ama; da todo. Aprendió a amar en un presente perfecto, porque así es el vínculo que la une a su perro. No te enamores de una mujer así. Su locura es una enfermedad transmisible y si no eres inmune, lo más probable es que termines contagiándote”.
María Rosa Infante.