SANAR ES QUEDARSE CONTIGO INCLUSO CUANDO…
Sanar es quedarte contigo incluso cuando duele.
No huir. No distraerte. No anestesiarte.
Sino quedarte. Contigo. Con tu sombra. Con tu verdad.
Porque sanar no es eliminar el dolor.
Es sentarte con él sin querer matarlo.
Es mirarte al espejo cuando menos te gustas.
Es abrazarte cuando más te fallaste.
Es entender que no estás roto,
solo estás recordando quién eres sin todas las máscaras que tuviste que ponerte para sobrevivir.
Sanar es ser valiente en lo invisible.
Es quedarte en el cuarto oscuro cuando todo en ti quiere salir corriendo.
Es respirar cuando tu pecho duele,
cerrar los ojos cuando la mente grita,
y decirte:
“Estoy aquí. No me voy. Te amo incluso así.”
Eso es medicina.
Eso es alquimia.
Eso es ser tu propia casa, aun cuando el techo se esté cayendo.
Sabiduría holística: el cuerpo grita lo que el alma calla
La sanación real no ocurre solo en el cuerpo, ni solo en la mente.
Ocurre en ese lugar sagrado donde ambas se encuentran.
Tu cuerpo habla con síntomas.
Tu alma habla con intuición.
Tu emoción es el puente entre los dos.
¿Dolor en el pecho? Tal vez te negaste a sentir amor por ti.
Problemas digestivos? Quizás no estás procesando una verdad que ya no puedes tragar.
Dolor en las piernas? Puede que te dé miedo avanzar hacia tu destino.
Y cuando te quedas contigo…
cuando decides no escapar más,
tu cuerpo lo siente.
Tu alma suspira.
Y el universo, en silencio, se alinea.
Sanar es el acto más radical de amor propio.
No se trata de estar bien todo el tiempo.
Se trata de ser real todo el tiempo.
De permitirte caer sin perderte.
De llorar sin juicio.
De hablar contigo como le hablarías al niño que alguna vez fuiste:
con ternura, con paciencia, con compasión.
Y sí… duele.
Pero también transforma.
Porque cada pedazo tuyo que abrazas,
es una herida que deja de sangrar y empieza a brillar.
Cada vez que eliges quedarte contigo, incluso en el caos, estás rompiendo una cadena ancestral.
Estás diciendo:
“Yo valgo, incluso cuando me siento vacío. Yo merezco, incluso cuando no entiendo por qué. Yo soy amor, incluso cuando estoy en guerra conmigo.”
Terapia de Repuesta Espiritual