Sentir a Dios es algo que va mas allá de las palabras,.
Este sentimiento vibra en el alma.
Se extiende en la consciencia y explota en el cuerpo.
Y está latente en todos nosotros, esperando dulcemente que guardemos silencio en nuestras mentes para que llegue la comprensión y el amor.
El todo dentro de cada uno de nuestros poros….sentados, acostados, con los ojos cerrados y el corazón latente, sin juicio, sin pasado, sin futuro, sin apegos, sin pensamiento, sólo el instante presente, con el corazón limpio y en sintonía perfecta con el canto…así el amor se siente, se expande y se reparte, bailando en la conciencia del Uno.