SIN SOLTAR SUS MANOS
Anda, seca tu llanto; sé que te duele mi ausencia, sé que deseas abrazarme, sé que los días han sido demasiado fríos desde que me fui, pero no debes estar triste, yo también deseo abrazarlos, deseo estar allá y seguir disfrutando de su compañía, pero no se puede
También lloro, también me siento triste, también quisiera regresar el tiempo y abrazarlos mucho más fuerte que la última vez, debes dejarme ir; tienen que ser felices porque siempre lo deseé así para ustedes
Traté de darles lo mejor y siento que cumplí; todos tenemos un ciclo que cumplir en la vida, el mío culminó tal vez no de la manera en que me hubiese gustado pero pude disfrutarlos, pude estar a su lado todo el tiempo que Dios me permitió estarlo
Debes saber que a pesar de no estar ahí junto a ustedes, no suelto sus manos, pero veo que siguen tristes por mi adiós, no quiero ver tristezas en sus corazones, porque al estar ustedes tristes, no puedo descansar en paz, porque me llena también de tristeza cada que los veo llorar, cada que los veo cabizbajos porque ya no estoy físicamente, sin embargo mientras esté en su corazón, sólo me habré ido físicamente, viviré en ustedes por siempre
No muere quien se va, si no quien se olvida y sé que dejé bonitos recuerdos en cada uno de ustedes, sequen su llanto y sonrían; miren al cielo y sonrían, vean alguna foto mía y sonrían, que al hacerlo ustedes, también lo haré yo y estaré en paz, sabiendo que son felices
No es un: «Adiós», es un: «Hasta pronto»; un día volveremos a estar juntos, pero mientras eso pase, sean felices y no olviden que aunque no esté ahí junto a ustedes, jamás soltaré sus manos y en cada oración que hagan, ahí estaré; cada paso que den en la vida, ahí estaré; sin soltar sus manos.
Autor Desconocido
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