SÓLO LOS VALIENTES SE ATREVEN A MOVERSE SOLOS
La sociedad no puede tolerar la individualidad, porque la individualidad no es gregaria como una oveja.
La individualidad tiene la cualidad del león; el león se mueve solo. La oveja está siempre con la multitud; esperando que al permanecer entre la multitud se sentirá a gusto: al estar en la multitud uno se siente protegido, seguro.
Si alguien ataca, existe la posibilidad de que dentro de una multitud puedas salvarte. Pero estando solo… únicamente los leones se mueven en soledad.
Cada uno de nosotros nace como un león, pero la sociedad continúa condicionándote, programando tu mente como una oveja. Esto te da una personalidad, una personalidad agradable, muy simpática, conveniente, muy obediente.
La sociedad quiere esclavos, no quiere gente que esté totalmente comprometida con la libertad. La sociedad quiere esclavos, porque todos los intereses creados requieren obediencia…
Existe una antigua historia Zen sobre un león que fue criado por una oveja y creyó que era una oveja hasta que lo capturó un viejo león y lo llevó a un pozo donde le enseñó su propia imagen reflejada.
Muchos de nosotros somos como este león: la imagen que tenemos de nosotros mismos no viene de nuestra experiencia directa, sino de las opiniones de otros. Una «personalidad» impuesta desde afuera reemplaza la individualidad que pudo haber crecido interiormente.
Nos convertimos simplemente en otra oveja en el rebaño, incapaces de movernos libremente e inconscientes de nuestra propia y verdadera identidad.
Es el momento de echar una mirada a tu propio reflejo en el pozo y dar un paso para salir de los condicionamientos que te han sido impuestos por otros como creencias respecto a ti mismo. Baila, corre, muévete, haz lo que sea necesario para despertar el león en tu interior.
Osho.