Vive cada día como si fuera el último.
Aprovecha al máximo cada hora, cada día y cada época de la vida. Así podrás mirar al futuro con confianza y al pasado sin tristeza.
Sé Tú mismo. Pero sé lo mejor de tí mismo. Ten valor para ser diferente y seguir Tú propia estrella. Y no tengas miedo de ser Feliz.
Goza de lo bello. Ama con toda el alma y el corazón. Cree que aman aquellas personas que Tú amas.
Olvídate de lo que hayas hecho por tus amigos y recuerda, lo que ellos han hecho por ti.
No repares en lo que el mundo te debe y fíjate en lo que le debes al mundo.
Cuando te enfrentes a una decisión, tómala tan sabiamente como te sea posible.
Luego olvídala.
El momento de la certeza absoluta nunca llega.
Sobre todo recuerda, que Dios, ayuda a quienes se ayudan a sí mismos.
Actúa como si todo dependiera de ti, y reza como si todo dependiera de Dios.
Vive cada día a plenitud.
Autor Desconocido