Esta emoción negativa, como todas las emociones mentales, es una rama que nace del tronco de la baja autoestima, y ésta, existe por la falta de Amor hacia uno/a mismo/a.
Provoca sufrimiento, resentimiento, rencor, y acabar en odio, ya que es apego que se tiene hacia otra persona y que no quiere que esta, comparta con otras, ya sea amistad, tiempo, información, sentimientos o actividades.
Los celos provocan desasosiego, desconfianza, sospechas, suspicacias, inquietud, e incluso obsesión, ante la posibilidad de que el apego le pueda quitar tiempo o atención. Los celos producen ira, por frustración o para imponer.
La base de los celos es la inseguridad, sumada al miedo y al apego. El apego va estrechamente ligado a la posesión, y esto lleva, a poner ciertas normas para así proteger y controlar lo «suyo», y que limita o condiciona la libertad del apego, es decir, a la persona que se dice «querer», y esto, nada tiene que ver con el Amor. Los celos siempre están atentos a que sus normas se cumplan.
La persona celosa cree que esta emoción nace del Amor, y nada más lejos de la realidad. Creen que si sienten celos, es que hay Amor.
El apego impone «su exclusividad», y saca a relucir su dominio para defenderse a través del orgullo. Ya hemos hablado como el «querer», puede pasar del «más que a mi vida», a «te odio», tan fácil como vino una cosa, viene la otra. Los celos, también pueden ser la causa de esto.
Los celos nos lo podemos encontrar en cualquier persona, ya sea del ámbito familiar, amistades, pareja, compañeros, vecinos, todos por diferentes causas, y todos los por mismos motivos; falta de respeto a sí mismos/as, falta de Amor.
La falta de conocimiento sobre uno/a mismo/a, es siempre y será la base de la falta de respeto o Amor hacia uno/a mismo/a, esto hace, como hemos dicho en anteriores textos, que el Ego sea el que dirija la mente, creando la autoestima. Esta, al estar baja, crea la inseguridad, y la inseguridad te atrapa en una mente desequilibrada, frágil y orgullosa, lo cual, suele llevar a la persona, para equilibrar su frustración, a hacer sufrir a los demás. La práctica para trascender los celos se fundamenta en dos aspectos básicos: – La búsqueda con la práctica del respeto a uno/a mismo/a, a ser independiente emocionalmente, ya que mientras no estés bien contigo mismo/a, no podrás estar bien con nadie. – Comprender el apego, (posesión) y el miedo que produce este.
Si crees que lo merece, comparte, para que llegue a más personas, así como llegó hasta ti.
Gracias por tu tiempo.
Lo que te hace daño… ¡Olvídalo!
Las resacas que dejaron las tormentas de este año… ¡Olvídalas!
Los pasos tambaleantes, los pasos retrasados, los pasos hacia atrás… ¡Olvídalos!
Las veces que pasaste ignorado,inadvertido, lastimado… ¡Olvídalas!
Los sueños consumidos, las ilusiones hechas cenizas, los intentos hechos polvo y el amor hecho recuerdo… ¡Olvídalos!
Las veces que latió tu corazón y nadie se dio cuenta, que quisiste hacer y no te dejaron, que abriste los ojos y te cerraron los párpados… ¡Olvídalas!
Las estrellas apagadas, los días opacos, el tiempo en blanco, la luna dividida y las horas de cerrazón… ¡Olvídalas!
El manto de insignificancia de masa de anonimato… de rutina…¡Olvídalo!
Las espinas largas y hondas, los secretos angustiosos y tristes ,las piedras altas e insalvables… ¡Olvídalas!
Las semillas que se te quedaron dormidas, los vuelos que se te quedaron a ras de tierra, las rosas que se secaron antes de tiempo… ¡Olvídalas!
La cáscara de la semilla, el lucimiento de la vanidad, la máscara del hombre y el ropaje de la verdad… ¡Olvídalo!
No vivas hacia atrás.
No comiences recargado de sombras.
No des la espalda a la luz.
No te reflejes en lo que pasaste.
No te aferres al mismo punto de partida
Párate en la proa de tu barco levanta de nuevo las velas mira hacia lo largo y lo ancho del mar …
… cuando te convenzas de su inmensidad encontrarás otro camino y cuando mires al cielo parecerás gaviota que apartándose de todo encuentra el camino.
Con el pasado aprendes con el presente renaces y con el futuro sueñas.
Vivir empezando es la forma de llegar.
Lo demás… ¡Olvídalo!
JF
EL HIJO DEL PLANETA
Cuando te encuentres sereno y contento En cualquier lugar del mundo …
Cuando todo lugar sea tu país …
Cuando no teniendo nada Sientas que lo tienes todo …,
Cuando en la opulencia luzcas humilde …,
Cuando puedas devolver el mal por bien Sin importar a quien …, Y veas a tu hermano en cada ser …
Cuando apliques que amar Es solo dar y dar Sin importar más nada que tan solo dar …,
Cuando indiferente avances …, Entre aquellos que te insulten …, Y en el silencio les envíes tu perdón …
Cuando nadie pueda herirte Ni por nada has de afligirte …
Cuando a quien te odie tu le des amor …,
Cuando ejerzas la inocencia con conciencia …
Cuando busques el saber Así como buscas el pan …
Cuando ames todo sin pasión ni posesión …
Cuando la realidad se imponga al fin a la ilusión…
Cuando sepas aliviar Las penas de aquellos que sufren …, Y tus labios digan solo la verdad…
Cuando hagas del deber un placer …Y el placer no sea más para ti un deber …
Cuando vivas el presente como lo único urgente …
Cuando la Bondad sea tu voluntad …
Cuando el egoísmo ceda al altruismo …,
Cuando la impureza, ceda a la pureza y la virtud…
Entonces serás un hombre, serás una mujer, Serás un ser que alcanzó la humanidad …, Serás un hijo del planeta …Serás un ser que alcanzó la humanidad.
Madre Teresa de Calcuta
Si no las cumpliste este año, ¿ Quièn dice que no las cumpliràs ?
28 diciembre, 2016

Estamos en la última semana de este año 2016 y por lo general la mayoría de nosotros tomamos estos últimos días para reflexionar sobre lo que hemos logrado o no logramos en este año.
Siempre que iniciamos un nuevo año nos proponemos metas que cumplir, comenzamos cada año con la intención firme de lograr aquello que nos propusimos, pero durante avanza el año hay ciertas situaciones que poco a poco nos van haciendo olvidar los propósitos que nos pusimos al iniciar el año a tal punto que en la mayoría de veces, no vemos cumplidas aquellas metas que en un inicio de año nos trazamos.
Y es que no hablo de esto para que nos desanimemos al ver que no logramos lo que queríamos o no alcanzamos las metas que nos propusimos, sino más bien de que no podemos prever lo que va a pasar, si no solo intentar llegar allí, pero eso no significa que lo lograremos en el tiempo que nosotros creemos que será, pueda que para llegar a esa meta pase más tiempo del que creímos, pero eso no es motivo de desanimo, si no al contrario, tendría que ser una razón para motivarnos a seguir adelante para lograr los objetivos que nos hemos trazado.
Quizá en estos días te encuentras un poco triste de saber que no lograste alcanzar tus metas que en un inicio de año te propusiste, quizá hasta cierto punto te siente fracasado o fracasada, pero no lograr una meta en un año NO ES FRACASO, si no que significa que para alcanzar esa meta utilizaras más tiempo.
Pienso que a veces nosotros mismos nos ponemos metas que no vamos a lograr en tan corto tiempo, hay metas que tardaran más de un año en que las cumplamos, pero la victoria o el fracaso no estará en el tiempo que propusimos en alcanzarlo, eso no tiene que determinar si obtendré una victoria o fracaso, el tiempo, es nada mas eso: TIEMPO.
A veces somos muy duros con nosotros mismos, nos reprochamos cosas que si fuéramos realistas desde un inicio aceptaríamos que no podemos cumplir en un año, pero somos tan duros con nosotros mismos que nos enojamos, nos entristecemos y hasta queremos rendirnos de luchar, solo porque no alcanzamos la meta en el tiempo que nosotros queríamos.
¿Y qué tal si Dios no quería que fuera este año?
A veces creemos que somos dueños de todo, que las cosas se harán cuando nosotros queremos, como nosotros queremos y en el lugar y momento que elijamos, pero ¿Qué si Dios no lo quiere según como nosotros lo tenemos planeado?, ¿Qué tal si Dios quiere moldear otras áreas de nuestra vida antes que alcancemos esa meta?, ¿Qué tal si por más que luchemos por alcanzar ese objetivo en este año, Dios ya había determinado que no iba a ser este año?
Y no hablo de ser conformista, ni mucho menos que nos acomodemos en la vida; hablo de no ser duros con nosotros mismos, de no exigirnos más de lo que Dios no está exigiendo, si este fuera el caso. A veces me imagino a Dios moviendo su cabeza de una lado a otro como diciendo: “Ay mi hijo, no entiende que Yo manejo los tiempos”.
La Biblia dice lo siguiente:
“Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin”
Eclesiastés 3:11 (Nueva Versión Internacional)
La voluntad de Dios para nuestra vida no es que nos animemos o desanimemos si logramos o no un objetivo que tuviéramos en este año.
La voluntad de Dios es que sigamos intentando alcanzar aquellas metas u objetivos que nos hemos trazado, que no nos rijamos por un tiempo en base a un calendario o un reloj, si no que veamos el objetivo más allá del tiempo.
Quizá este año no fue, pero ¿Qué si el otro si es?, no te sientas triste, ni te menosprecies, tu eres especial para Dios y si en este año no alcanzaste todo lo que te propusiste, no es razón de reprocharte o exigirte cosas que quizá no hubieses podido lograr, al contrario, es motivo para seguir intentándolo, no basándote en un tiempo especifico, sino en el objetivo que quieres alcanzar independientemente del tiempo que lleve el alcanzarlo.
Estoy seguro que Dios quiere verte sonreír, no porque lograste o no ese objetivo, sino porque tú al igual que yo estamos seguros que lograremos nuestros objetivos, nuestras metas, nuestros sueños, porque ellos no están regidos por un tiempo de reloj o fechas de calendario, sino mas bien están en las manos de aquel que nos da TODO, esto es: Nuestro Padre Celestial, que nos dará en el tiempo perfecto lo que Él tiene para nosotros.
¡Termina este año sonriéndole al Señor, porque te esperan cosas hermosas muy pronto.
Enrique Monterroza
LA PEREZA.
Esta consecuencia, estado o actitud del Ego suele acompañar o influir, tanto a nivel emocional, como intelectual, o instintivamente, de manera que afecta negativamente a través del tedio, la negligencia, la astenia, la desgana, la pasividad, la apatía, la falta de atención, etc, para realizar acciones, generando indolencia o insensibilidad.
Esta consecuencia proviene de la falta de virtud, en este caso, podríamos decir, que es carencia de diligencia, que significa Amar lo que uno/a hace, es decir, ser esmerado/a, decidido/a, atento/a, paciente, perseverante y prudente.
La pereza es de los mayores «enemigos» del crecimiento interior, ya que, junto con el miedo, son los causantes principales que aporta el Ego a tu zona de confort.
Los humanos no es que no puedan cambiarse, sino que no quieren mejorarse a sí mismos y justifican su negligencia con frases como: – El trabajo o mi vida no me permite hacer nada. – Tengo cosas más importantes. – Ojalá pudiera. – Deja para mañana, lo que puedas hacer pasado. – Si conocieran mi vida, no pensarían lo mismo. – Cuando hay ganas, me tumbo a esperar a que se pasen. – Eso de cambiar son tonterías. – ¿Cambiar yo?, que cambien los demás. – Eso es muy difícil. – Tengo que empezar a cambiar, pero otro día . Realmente, todo son excusas, razones vanas y hasta absurdas, intentando justificar la pereza, y sin saber, que realmente proviene de la falta de respeto o falta de Amor que se debe a uno/a mismo/a.
La pereza nace del Ego, debido a que nos hace creer que somos limitados al no conocernos a nosotros/as mismos/as, por nuestra propia ignorancia. Suele estar presente en las acciones que conllevan obligación o rutina, y acabar en una auténtica desidia, dejadez, desilusión, y hasta generar repulsa u odio. La pereza quiere las cosas con prisas, acabar pronto, elegir otras más sencillas o rápidas y también postergar las complicadas o difíciles, y siempre, retrasar las más necesarias.
Hace mostrar, tener o sentir una actitud molesta, desmotivada, apática, contraria, aburrida o deprimida. El Ego busca siempre poner en duda o poner obstáculos, y siempre dice: «Yo no te exijo nada». El Ego toma elige la actitud a base de «auto-engaños» a través de supuestos impedimentos, excusas, y desidia, haciendo que nuestras acciones se hagan con desgana y pesadez, aunque nos perjudiquen, es la completa falta de voluntad. La persona vaga, asume que lo es, lo acepta como una actitud o condición propia de su personalidad, sin saber que este estado más bien, es propio de la falta de respeto y Amor por uno/a mismo/a. Realmente, son producto del sistema, personas que se hallan en el limbo. Siempre, las barreras de la pereza aumentan cuando los objetivos no están definidos, claros, o no se ven alcanzables a corto plazo. Uno de los estilos de vida más comunes de los humanos provocado por el sistema, es la vida sedentaria, las horas delante de vídeo juegos, o una pantalla de teléfono, PC, o TV. Se promociona o se anuncia la comida rápida, basura o chatarra. Sobre todo afecta más a jóvenes y personas que viven solas en las ciudades, afectándoles hasta en la salud física, (la psíquica, es evidente). Acaban sin hacer, lo que creen que no se aprecia. El orgullo con egoísmo y la pereza, muestran una falta total de valores y de virtudes, que descapacita por completo a cualquier Ser humano de progresar de manera constructiva, de comprender poniéndose en el lugar del otro. La mayor discapacidad, la porta la persona pasiva, apática e insensible. Si crees que lo merece, #comparte, para que llegue a más personas, así como llegó hasta ti.
D/A
DISPONTE A DAR PARA RECIBIR
Cualquier experiencia que nos sucede es una oportunidad de aprendizaje y de superación personal. Todo lo que se origina en nuestro mundo externo es un reflejo de nuestro mundo interno.
El Universo es mental, todo es mente, por lo tanto nuestros pensamientos crean nuestra realidad. Como creemos lo contrario erróneamente intentamos modificar lo que pasa fuera para encontrar la paz interior o la plenitud, cosa que no ocurrirá.
Cámbiate de casa, de país, de pareja, de corte de pelo, cómprate ropa nueva y te garantizo que pronto seguirás sintiendo el mismo vacío interior.
La propuesta es hacerlo a la inversa, olvídate del mundo externo, de lo que pasa fuera y observa tu mundo interno, qué te pasa realmente a ti.
¿Eres capaz de reconocer cómo te sientes? ¿Eres capaz de gestionar tus emociones?
Lo que pasa dentro de nosotros debería estar dentro de nuestra zona de influencia, tendríamos que saber auto gestionarnos, tener el auto dominio y entender que lo que pasa fuera está dentro de nuestra zona de preocupación, por lo tanto, fuera de nuestro control, no depende de nosotros.
Tenemos que cambiar el foco de fuera hacia adentro, ya que es ahí donde se hayan las posibilidades de acción, de transformación. Observando nuestro mundo interior, podemos localizar todas las limitaciones y restricciones que nos hemos auto impuesto.
Y podemos afrontar nuestros desafíos, retos, experiencias, relaciones teniendo en cuenta que siempre podemos:
ACEPTAR: Renunciar a cambiar a los demás y trabajar sobre nosotros mismos.
ASUMIR: Renunciar a culpar a los demás, asumiendo nuestras experiencias.
ACTUAR PACÍFICAMENTE: Renunciar a agredir, actuando con serenidad y eficacia.
AGRADECER: Renunciar a sufrir por las dificultades, agradecer lo que aprendemos de ellas.
VALORAR: Renunciar a quejarnos de lo que tenemos, empezar a disfrutarlo.
RESPETAR: Renunciar a criticar a los demás y a interferir en sus vidas, aceptarlos.
ADAPTARSE: Renunciar a huir del lugar que nos corresponde, adaptarnos a él.
Y en ese observar nuestro mundo interior podemos empezar a practicar el dar y el recibir. Dar es un verbo cuya acción siempre depende de nosotros y todos tenemos la capacidad de ser y mostrar la mejor versión de nosotros mismos. Podemos ofrecer dar a cada persona que se cruza en nuestra vida y en cada experiencia que nos toque vivir, la cara más amable que nuestro ser puede mostrar. Y también es muy importante, es abrirnos a recibir lo que venga, lo que la vida traiga para nosotros. La visión corto placista nos lleva a querer recibir sin dar, ya que dar implica esfuerzo, implica exponernos y lo hemos viciado tanto que sólo nos genera frustración. Todos pensamos que damos más de lo que recibimos y de ser así cuánta condición ponemos en ese dar. Tenemos que empezar a dar y a recibir sin condiciones. Dar lo mejor de nosotros mismos y abrirnos a recibir lo que nos llega, sin juzgarlo, sin decir que es poco o que es mucho, ya que es lo que la vida nos quiere entregar. Y esto lo podemos aplicar en todo, en los negocios, en las relaciones, en los temas de salud, en el dinero…
Para transformar tu vida, tienes que poner en marcha lo mejor de ti mismo.
Si te gusto la reflexiòn compàrtela.
LOURDES MORALES
Te deseo lo suficiente
Recientemente, no pude evitar escuchar a un padre y a una hija en sus últimos momentos juntos en la puerta de abordaje de un aeropuerto.
Las aerolíneas habían anunciado la salida del vuelo y, parados junto al puesto de seguridad, se abrazaban y él dijo:
«Te amo. Te deseo suficiente». Ella a su vez dijo:»Papito, nuestra vida juntos ha sido más que suficiente. Tu amor es todo lo que siempre he necesitado. También te deseo suficiente, Papito». Se besaron y ella se fue.
Perdóneme por preguntar, pero, ¿por qué es este adiós para siempre?» pregunté.
– «Ya estoy viejo y ella vive muy lejos. Tengo serios desafíos por delante y la realidad es que, su próximo viaje será para asistir a mi funeral», me dijo.
– «Cuando le decía adiós, le oí decirle: «Te deseo suficiente. ¿Pudiera saber qué significa eso?»
– Comenzó a sonreír. «Ese es un deseo familiar que nos ha sido pasado de generación a generación. Mis padres solían decírselo a todos».
Hizo una pausa momentánea y miró hacia arriba como queriendo recordar en detalle, se sonrió aun más.
«Cuando decimos ‘Te deseo suficiente’, estamos queriendo que la otra persona tenga una vida llena con justo las suficientes cosas buenas para sostenerla», continuó. Entonces, volteándose hacia mí, compartió conmigo lo siguiente, para recitarse de memoria:
Te deseo suficiente sol para mantener tu actitud brillante.
Te deseo suficiente lluvia para que puedas apreciar mejor el sol.
Te deseo suficiente felicidad para mantener tu espíritu vivo.
Te deseo suficiente dolor para que los más pequeños gozos de la vida se vean mucho más grandes.
Te deseo suficientes logros para satisfacer tus deseos.
Te deseo suficientes pérdidas para que puedas apreciar todo lo que posees.
Te deseo suficientes holas para que te ayuden a decir el adiós final».
Entonces comenzó a sollozar y se alejó caminando…
y hoy, yo a tí: Te deseo suficiente.
A veces no nos es posible cambian las circunstancias externas o por lo menos no con la rapidez que quisiéramos.
No se puede obtener ese nuevo trabajo inmediatamente o nos topamos con regularidad a esa persona que nos hace sentir mal, ¿Qué opción tenemos?.
Cambia tu percepción, postura u opinión de la situación y esto será lo que te ayudará a cambiar tu reacción.
El filósofo griego Epicteto lo dijo de manera maravillosa hace más de 2.000 años:
“La gente se perturba, no por las cosas que les sucede, sino por los principios y opiniones que se forman de estas.
Cuando se nos obstaculiza, perturba o aflige, no lo atribuyamos a los demás, sino a nosotros mismos, es decir, a nuestros propios principios y opiniones”.
La ciencia del comportamiento moderno apoya esta moción. El psicólogo Albert Ellis, famoso por el desarrollo de la terapia racional emotiva conductual, explicó que “el cómo” se reacciona a los acontecimientos está determinado en gran medida por tu “visión” de estos acontecimientos, no por los acontecimientos en si.
¿No tienes ni idea de cómo cambiar tu percepción y mejorar tu actitud ante las dificultades?
Aquí hay cinco maneras fáciles de comenzar:
1. Admitir cuando no estas feliz.
No se puede cambiar nada si no eres consciente de que algo necesita ser cambiado. Detén el ciclo en donde deseas que las cosas sean diferentes y toma el control de tus pensamientos y reacciones a los acontecimientos y las personas.
2. Toma conciencia de que el optimismo es una elección.
No naces con una actitud positiva o negativa. Es algo que surge a través de tu perspectiva de experiencias. Muy pocas situaciones son completamente malas en si. Siempre trata de sacar de tres a cinco perspectivas positivas de cualquier situación desafiante y escríbelas para que puedas recordarlas.
3. Utiliza palabras positivas.
Utiliza frases como: “Hay esperanza” o “Vamos a encontrar una solución”. Las palabras que se usan cuando se habla y piensa, tienen un impacto muy importante en tu actitud y perspectiva emocional.
4. Rodéate de gente con buenas vibras.
Trata de rodearte de amigos que emanan energía positiva. Presta atención a las palabras que usan cuando hablan contigo. Te sorprenderás de lo fácil que es determinar si son una influencia positiva o negativa.
5. Repite una afirmación diaria.
Encuentra una frase que sea significativa para ti y dila en voz alta todas las mañanas. “Algo maravilloso va a suceder hoy”. Esto envía tu energía en una dirección anticipante y positiva. Sé que suena místico, pero en realidad es un método muy simple y eficaz para la reconversión de tu mente subconsciente y planteada tanto por investigaciones antiguas como científicas.
Así que la próxima vez que te enfrentes a una situación difícil, recuerda moldear tu percepción y mejorar tu disposición con estos consejos.
Puedes no ser capaz de cambiar lo externo, pero sin duda puedes elegir tu respuesta mental y física a ello.
D/A
Hay que aprender a alejarse de quienes no nos necesitan
El placer de importar a quien de verdad importas
No te preocupes si a lo largo de los años has tenido que dejar a muchas personas en tu camino. En realidad, de eso se trata la vida, de ir avanzando para quedarnos con lo mínimo, con lo que de verdad importa y hace grande tu corazón.
Quien anda más ligero de mente y más cargado de corazón disfruta de mayores felicidades y por ello no debemos tener reparos en dejar a un lado a quienes no nos necesitan.
Habrá momentos en que sientas verdadero dolor al comprobar que alguien que te es muy significativo ha dejado de darte importancia. De reconocerte, de necesitarte.
Sanar el dolor por ese descubrimiento requiere tiempo pero, a su vez, debemos recordar siempre que el mayor amor de nuestras vidas debemos ser siempre nosotros mismos. Si uno mismo no se quiere y no se respeta, no será capaz de abrir la puerta de las segundas oportunidades.
Las personas que de verdad te importan, en realidad, son muy pocas, pero seguro que son las mejores. No se trata pues de “acumular gente” como hacemos en las redes sociales. En la vida real priorizamos y amamos lo que tenemos ante nosotros.
Los que te necesitan de verdad te lo demuestran. Y lo hacen de forma íntegra, sin egoísmos ni chantajes. Porque quien te quiere te respeta y sabe establecer ese intercambio cotidiano donde todos ganan y nadie pierde.
Si la gente que te necesita sabe demostrártelo, no olvides nunca demostrar reciprocidad. hacer notar a quienes nos rodean que los necesitamos es una forma de reconocimiento muy poderosa, porque los hace sentirse útiles, importantes y piezas imprescindibles en nuestra red de afectos más cercana.
Las personas necesitamos muchas cosas para vivir: alimento, cobijo, calor, una casa, instantes de ocio y de libertad. Ahora bien, no debemos olvidar que las cosas más importantes de este mundo no son “cosas”, sino personas.
De ahí la importancia de saber cuidar, atender, reconocer y, sin lugar a dudas, dejar atrás pesos inútiles que solo pueden causarnos daño y poner frenos a nuestro crecimiento personal.
Priorízate. Mira cada día por ti y por quienes de verdad son importantes.
Fuente : Mejor con salud.









