EL NUEVO A.D.N.
Un indicador clave de la presencia de códigos de cuatro y cinco dimensiones en nuestras células serán los signos de rejuvenecimiento repentino. Es un marcador de la materia que constantemente comienza a manifestar nuevas cualidades.
Después de eso, nuestra transición garantizada a la nueva dimensión es una cuestión del futuro cercano. Detener el programa de envejecimiento y comenzar el rejuvenecimiento es un indicador de movimiento irreversible a 4D / 5D.
Todas las razas superiores (como nuestros parientes genéticos de las Pléyades) existen exclusivamente en cuerpos jóvenes, de 30 a 35 años de edad. Cuando el marcador de la eterna juventud se ha manifestado, entonces es sólo una cuestión de poco más.
Todo lo que queda es continuar pacientemente elevando nuestras vibraciones para mutar (activar el ADN) y esperar el momento de la eliminación personal del velo.
Los flujos de contadores de energías cuánticas de la Tierra y el Gran Cosmos están aumentando cada día. La Jerarquía Superior de Luz está quitando el Velo para aquellos de nosotros que estamos listos para entrar en la próxima realidad vibracional.
En el pasado, durante la Noche Cósmica, no tuvimos esa oportunidad. Elevando nuestra vibración o no, permanecimos en la capa de energías pesadas, no pudimos ser liberados. Era la época del Samsara.
Las eras cambiaron, pero todo fue en un círculo inevitable, como las estaciones. Todos estábamos cociendo a fuego lento bajo una tapa apretada en la misma sopa de energía, en una matriz 3D parásita, en un caos controlado.
Los fuertes asumieron las cargas de los débiles sin compensación. «Nosotros, los que somos fuertes, debemos soportar las debilidades de los que no tienen fuerza y no sólo complacernos a nosotros mismos», dijo Pablo (Romanos, 15:1).
Una vez que activemos las 12 hebras físicas de ADN, veremos completamente el espacio de la cuarta dimensión. El momento presente es crucial: cada uno de nosotros pasa los exámenes de energía. Dejar la tercera dimensión de la Matriz 3D es un salto.
Camino al Despertar.
