*LA RESPONSABILIDAD DE SANAR*
Sanar es un profundo viaje de autodescubrimiento que nos invita a explorar las raíces del sufrimiento y a transformarlo desde su origen.
Cuerpo, mente y espíritu están intrínsecamente conectados, pero es fundamental reconocer que el espíritu tiene supremacía sobre la mente, y esta, a su vez, sobre el cuerpo.
No centres tu atención en el cuerpo, pues al hacerlo le otorgas realidad a tus conflictos y molestias. En su lugar, dirige tu mirada hacia las causas profundas que habitan en tu mente.
La enfermedad surge de pensamientos erróneos que se gestan en la mente y se reflejan en el cuerpo. Es la mente la que enferma y, por ende, es la mente la que debe sanar.
Eres el arquitecto de tu realidad. Al reconocer tu papel en la manifestación de la enfermedad, recuperas el poder de tomar las riendas de tu sanación.
La sanación siempre depende de ti, pues el conflicto y la enfermedad están en ti y se originaron en ti.
Eres a la vez causa y efecto.
Si deseas resolver las causas, en lugar de quedarte atrapado en los efectos, necesitas aceptar que la mente es la raíz, y el cuerpo es tan solo un reflejo.
Regresa a la fuente de tus conflictos. Al hacerlo, podrás identificar y transformar aquello que te limita.
Revisa el origen y corrige lo que estuvo mal.
Invierte la manera en que te observas.
No te veas desde el cuerpo, sino desde el espíritu que eres. Desde esa perspectiva, corrige tu mente, sin prestar mayor atención al cuerpo, que es tan solo un efecto de tu manera de pensar.
Examínate con sinceridad. Desecha todo pensamiento conflictivo, toda culpa y todo miedo. Al hacerlo, la paz y el amor florecerán en tu vida. Este es el núcleo del perdón.
Otras personas pueden enseñarte, guiarte y acompañarte en este proceso, pero la responsabilidad de sanar recae completamente en ti. La decisión es tuya; la sanación es tuya.
Nadie puede hacer esta tarea de corrección por ti, pues sólo tú sabes que pensamientos cruzan por tu mente.
Puedes pedir guía e inspiración, pero el poder de decidir y corregir siempre será tuyo.
Nadie más puede hacerlo por ti, porque no hay nadie más dentro de tu mente.
Asume la responsabilidad de sanar y perdonar, y descubrirás que la paz y el amor son la naturaleza de tu Ser, y tu razón de Ser.
Oscar Gómez Díez