¿QUIERES UNA MUJER MEDICINA? CUIDADO!!
No todo el mundo puede tener la suerte de estar con una mujer Medicina.
Suerte, sí, porque las mujeres Medicina son como el agua limpia de una cascada, son fuertes, brillantes, sinceras, transparentes, son una pócima, creada para curar, o dañar.
Las mujeres Medicina no se conforman, pueden ser tan crueles como un animal salvaje y adorables como el más bello de los ángeles, con su sola presencia cura todos tus males.
Huyen a menudo, cuando se enfadan se van, la hipocresía las desespera, su esencia no es negociable, pero siempre te miran a los ojos, siempre…
Son difíciles porque son estrictas, ordenadas, estrategas, entregadas, dedicadas, son inteligentes, muy inteligentes, incontrolables , sin ataduras, libres.
Saben dirigir las fuerzas de su espiritualidad, y son aliadas de la naturaleza. Por eso son dueñas y señoras de su vida, y eso las hace peligrosas. Tienen espíritu de magas, sangre de hechiceras, fuerza de guerrera, corazón de sanadoras.
Tienen los ojos casi siempre tristes, casi siempre felices, casi siempre las dos cosas.
SABEN AMAR pero aman duro, aman fuerte, sin límites, con todo el fuego del universo.
No puedes detenerlas cuando aman, como no puedes detener una tormenta cuando llega.
Estar al lado de este tipo de mujer , significa abrazar la locura, porque estar loco es lo que te hace sentir. Porque su ternura, su dulsura, su fuego, su dedicación, su elegante fragilidad, a menudo te arrastra al éxtasis.
Luego miras atrás y piensas que tal vez sin ella habrías estado mejor, más tranquilo, más sereno, quizás si , quizás no …
Pero con ella sentirás la vida y después de eso sin ella querrás morir.
Cuando una mujer medicina decide irse, no mira atrás, empuña su corazón, lo blinda, se reinventa, renace como el fénix, y se torna más poderosa.
Hay quien abandona a este tipo de mujeres, quién se va…
Por cobardía, porque no saben cómo tratarlas, son un unicornio, casi míticas, un reto.
Se sienten atraídos por su luz, por su hermosura, por su delicadeza. Pero cuando se saben rebasados, huyen, el miedo a perder la tranquilidad roba el sueño, la calma, dejándolos paralizados.
Prefieren regresar a lo conocido, a lo cotidiano, a su zona de control, a su mediocridad.
Pero puedo asegurarles que nadie las olvida … porque son terriblemente hermosas, inteligentes, grandiosas, sabias, complejas e irreemplazables..
D/A