VIAJE SIN RETORNO
Me quedé con ganas de decirte tantas cosas, que creí que siempre tendría tiempo para hacerlo, pero no fue así.
Te marchaste a un viaje sin retorno y ahora es demasiado tarde para mí.
Entendí que el tiempo no camina,
más bien corre y corre a un paso que
ni siquiera nos damos cuenta en que momento se nos va.
Él tiempo nunca se detiene,
se detuvo para ti, pero para mi sigue corriendo.
Dicen que el tiempo es sabio y que cura heridas, pero yo digo que no las cura, que sólo las maquilla, las tapa y nunca dejan de doler… siempre duelen.
Ahora comprendo que nunca hay suficiente tiempo para vivir, pero que el poco que tenemos debemos aprovecharlo, y que siempre es tiempo de decir lo que sentimos a quien amamos, que nunca es tarde y nunca es temprano para empezar a hacerlo si aún estamos vivos.
GES
HAY GENTE QUE ES UN SOL
Gente…
Que da una palabra de aliento.
Que cura entre tanto caos.
Que tiene paciencia cuando alguien actúa un poco mal, porque sabe, que no la está pasando bien.
Que escucha antes de hablar.
Que le habla a un animalito en la calle.
Que hace reír a alguien cuando tiene el peso del mundo en la mirada.
Que regala raíces y tierra.
Que desea el bien.
Que te ofrece un té, un caramelo, una flor o su sonrisa.
Que te acomoda los miedos y espanta tus fantasmas.
Que te hace amar la vida y te ayuda a dejar de temerle a la muerte.
Que quiere saber cómo te sientes.
Que está… aunque no esté físicamente.
Que se da.
Que quiere de verdad, quiere bonito.
Que hace del presente un lugar más amable aún entre tanta desolación.
Gente…
Que agradece que existas.
Ojalá en estas palabras
hayas pensado en alguien
y hayas dado las gracias
porque en un mundo tan pobre de humanidad…
hay gente que es fortuna
de esa que no se compra
ni se encuentra dos veces.
Créditos a quien corresponda
·
CUÁNDO ESTÁS AGRADECIDO
Cuando estás agradecido, ya estás en abundancia.
No hay un segundo paso. En el momento en que estás agradecido por tu vida y todo lo que hay en ella, bueno y malo, doloroso y alegre, trágico y cómico, ya estás en el Reino, y estás abrumado por las riquezas.
Cuando estás agradecido estás plenamente presente en tu vida.
No estás atrapado en el pasado y el futuro, en lo que pudo haber sido o podría ser, en el arrepentimiento o la anticipación.
Aprecias profundamente lo que tienes y lo que eres.
Qué tan lejos has llegado y cuánto coraje y fuerza se necesita para llegar hasta aquí. Con lágrimas en los ojos o riendo bebes una taza de té o pasas una o dos horas con un amigo.
Aprecias la lluvia, el sol, las nubes, la oscuridad y la luz. Cada comida es un regalo. Todo lo que bebes y hueles. Tu ropa, por muy andrajosa que sea.
Tu cuerpo, por imperfecto que parezca. No importa cuánto tiempo te quede. Aprecias el tiempo que has tenido. Aprecias este día. ¡Este día es el portal!
Puedes perderlo todo en poco tiempo o puedes ganar el mundo. Puedes subir muy alto o caer muy bajo. Quién sabe. ¿Quién realmente sabe? Pero estás Aquí y Ahora. Respirando, sintiendo. Pensando. Confuso o claro. Meditando. Siempre es un buen día para empezar. Sí, cuando estás verdaderamente agradecido, eres un niño en el Reino. La abundancia está en ti amigo, cuando tienes ojos interiores para verla. ¿Acaso de verdad no la ves?a
La veo siempre… Gracias, gracias, gracias
RUEDA DE LA VIDA
A lo largo de nuestro ciclo vital hemos dejado muchas cosas atrás, nos hemos desprendido de escenarios, situaciones, de costumbres e incluso de personas.
Dejar ir, en realidad, forma parte de la rueda de la vida, ahí donde cada paso que damos hacia delante nos sirve para descalzarnos de lo que no puede ser, de lo que hace daño, de lo que encaja en los engranajes de nuestra felicidad.
En demasiadas ocasiones, lo que dejamos ir fue algo en lo que confiamos en su momento y que en muchos casos, nos hizo muy feliz.
El acto de dejar ir implica un gesto de amor propio, de valentía y de autoconocimiento, es necesario saber percibir dónde están nuestros límites y qué es aquello que de verdad queremos para nosotr@s mism@s.
Para dejar ir lo primero que debemos hacer es aprender a aceptar; aceptar que toda experiencia valió la pena porque es vida vivida, porque quien niega y olvida no asume, no sana y no aprende, es necesario aceptar lo ocurrido y entender que dejar ir también es crecer, es hidalguía y sobretodo bienestar.
Algún día todo tendrá sentido, el dolor de ahora, el caos y la incertidumbre por dejar ir lo que antes te definía, será mañana esa puerta que te traerá cosas mucho mejores, porque recuerda… todo ocurre por alguna razón.
GES
*Lo que nos afecta.*
Muchas veces fracasamos, nos caemos, no salen las cosas como queremos. Todos somos humanos y cometemos errores, pero aun así debemos aprender a querernos tal cual somos.
Amarnos por encima de todo no es egocentrismo sino de amor propio. La frase «si no te quieres tu, nadie te va a querer» es muy cierta… si no nos aceptamos, respetamos, amamos no podemos recibir de los demás lo que realmente queremos.
La autoestima es amarte tanto por fuera como por dentro: el cuerpo, la mente y el ser. Todos deben estar conectados y regulados. No hace falta ser el mejor, ni exigirte demasiado, solo presta atención a aquello que está desarrollado en ti y priorizar tú tiempo en mejorarlo.
La baja autoestima hace que estemos irritables, tristes, apáticos, que no nos apetezca hacer cosas, que no tengamos iniciativa, que nos sentimos pequeños. Es importante buscar la ayuda de un profesional si esto nos causa problemas personales o laborales.
Todo malestar tiene un enfoque, proviene de algún lugar, puede ser un recuerdo que nos atormente, una vida que no nos llena o una sensación de vacío con nosotros mismo.
Muchas veces no sabemos por qué estamos de bajón o por que no queremos seguir haciendo algo. No priorizamos rutinas, dejamos todo para otro día, dejamos de hacer las cosas que nos gustan o incluso acumulamos tareas por falta de energía.
Cuando te suceda eso, detente un segundo reflexiona, observarte y mira tu entorno. Es importante conectar con nosotros mismos, saber e identificar cada emoción que tenemos. Saber de dónde viene, que tipo de emoción es, como nos está afectando, por qué sucede…
Si tenemos una buena inteligencia emocional podremos afrontar mayores dificultades con triunfo, podremos salir del agujero más ágiles , no nos costará tanto identificar que nos sucede.
Es importante quererse pero también es importante aceptarse y valorarse en todas las etapas. Saber que todos en algún momento podemos pasar por una mala situación y que es un aprendizaje más de la vida para algo más grande y mejor y que debemos conocernos para poder seguir avanzando en el camino deseado.
¿QUÉ SIGNIFICA AMARSE A SÍ MISMO?
No es precisamente elegir el mejor platillo en un restaurante, tampoco buscar el mejor empleo y el más remunerado.
No, amarse no es precisamente relacionarse con las mejores amistades y convivir en círculos sin vicio ni conflicto. Ese tipo de amor es una especie de supervivencia. Estar «bien» con los demás aparentemente es estar bien con uno mismo.
Pero Amarse en realidad significa aprender a dejar de juzgar tu cuerpo y apariencia, cuidarlo, procurarlo y admirarlo.
Amarse es dejar de reprocharte por tus errores del pasado, dejando de justificar que todo el mal que existe en tu vida así lo mereces.
Amarse es perdonarse por aquello que no supiste aprovechar en el camino, por todo de lo cuál te arrepientes, por todos tus errores.
Amarse es dejar de ser víctima y quedarte en el fondo de la angustia, dejar de buscar quien te salve de tu trágica historia, ajustarte los pantalones y tener el valor de ir por lo que quieres.
Amarse es dejar relaciones superficiales atrás y dejar de pensar que no puedes tener a alguien mejor en tu vida, dejar de buscar desesperadamente que alguien más te dé lo que tú mismo no sabes darte.
Amarse es quererse de a de veras, sin medias tintas, sin suposiciones, con la simple convicción de que más que una elección superficial es un proceso interno de gratitud hacía uno mismo.
Amarse es aprender que antes de decir; «TE AMO», debes aprender a decir profundamente,
¡ME AMO!
Elena Sánchez